Un episodio de la alfabetización abrazado de palmeras y cafetos

Un episodio de la alfabetización abrazado de palmeras y cafetos

Las paredes de algarrobo se estremecieron con la respuesta firme del brigadista, ¡Yo soy el Maestro¡ .Y es que el farol de la alfabetización alumbraba la vivienda: el joven Manuel Ascunce Domenech enseñaba a leer y escribir, Pedro Lantigua y su familia aprendían las lecciones.

Las paredes de algarrobo supieron del crimen, se estremecieron por tanto odio pagado desde el norte revuelto y brutal .Los enemigos de la naciente Revolución no aceptaban la derrota.

Una anfitriona se mueve por su interior, conserva la historia por más de 20 años, Ramona Rodríguez Salinas, veladora de la institución.

,“Esta casa antes de ser de Pedro Lantigua perteneció al dueño de esta finca Manuel Lema a quien se le alzan los hijos en contra de nuestro proceso revolucionario y cuando se firma la Primera Ley de Reforma Agraria le intervienen la propiedad”.

Abrazada por cafetos y palmeras está la casa, siempre lo estuvo. En la Finca Limones Cantero en el lomerío escambradeño de Trinidad desafía el paso del tiempo.

“Tenemos objetos tanto del brigadista como del campesino, folletos de la alfabetización, la funda del revólver de Pedro, el farol del maestro ,mesas , taburetes ,vitrinas ,camas y otras piezas pertenecientes a ambos”

Tres salas de exposición muestra la Casa Museo Manuel Ascunce Domenech y Pedro Lantigua Ortega, la Campaña de Alfabetización: el encuentro. La Campaña en Trinidad: El crimen. La respuesta revolucionaria y la victoria.

La vivienda, demolida en 1962, fue reconstruida de acuerdo a su característica original y ambientada totalmente: el 26 de noviembre de 1986, fue inaugurada como Casa museo en el aniversario 25 del asesinato de ambos mártires por bandas contrarrevolucionarias.

El inmueble es muy visitado por estudiantes de la zona, de escuelas de Trinidad y de otras provincias del país por los valores que atesora.

Lo intrincado del lugar no es obstáculo para quienes desandan por los caminos de la historia: el episodio de la alfabetización salpicado de sangre se empina desde lo alto y trasciende.

Las paredes de algarrobo aún aprisionan la respuesta sin miedo del joven alfabetizador ¡Yo soy el Maestro¡ Cafetos y palmeras abrazan la historia.

 

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Sugerencias

Deja un comentario

  1. José Francisco Pineda Díaz. dice:

    Que maravilla de recuento de historia matizados con sabiduría. Un lugar obligado a la visita para conocer de la bella historia de cuba.

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