Un sitio en la memoria
Hoy 10 de octubre se cumplen 46 años de que la Comisión Nacional de Monumentos declarara Monumento Nacional el Centro Histórico Urbano de Sancti Spiritus.
Toda ciudad tiene sus símbolos, que pueden ser de diversa naturaleza y la dotan de personalidad ante el resto del mundo. Sancti Spiritus no es una excepción y cuenta con tres exponentes arquitectónicos que le otorgan carta de ciudadanía.
Donde quiera que esté un espirituano lleva esos símbolos consigo, y los recuerda con nostalgia pues de una manera u otra algún episodio de su vida está entrañablemente ligado a estos sitios.
El puente sobre el Río Yayabo es quizás el más conocido; su construcción comenzó en 1817 y concluyó en 1831 otorgando un perfil definitivo a la ciudad en estrecha relación con el río que nos aportó el calificativo de “Yayaberos”.
Toda una leyenda se teje alrededor del puente que ha sido motivo de inspiración de más de un artista.
Se dice que fue construido con leche de cabras, pero la verdad es que en su ejecución se utilizaron cal, arena y ladrillo que le aportaron consistencia y prestancia para resistir el paso de los siglos. Sus maestros de obras fueron Domingo Valverde y Blas Cabrera, que le concedieron el aire melancólico y las arcadas típicas del sur de Andalucía.
La Iglesia Mayor, por su parte, es atalaya de la ciudad; su edificación se concluyó en 1680, y la torre, que es su imagen más característica, se terminó cien años después. Como dato curioso se conoce que el actual reloj es el tercero que ha tenido y se colocó en el año 1911; el primero se situó en 1771.
Exponente del arte Morisco en Cuba la Iglesia Mayor Espirituana se inscribe en el Patrimonio Religioso constructivo nacional con el encanto de la placidez y la funcionalidad.
El Tercer Símbolo Arquitectónico Espirituano es sin lugar a dudas el teatro Principal: Concluido en 1839 tuvo también como Maestro de Obras a Blas Cabrera y su edificación se financió por contribución popular, hecho que evidenció la cultura de los habitantes de la villa.
En su prolífera historia el Teatro Principal fue hospital de sangre en nuestras guerras de independencia y por su escenario desfilaron figuras tan importantes como Brindis de Salas, Juventino Rosas y Enrique Arredondo.
Lastimosamente esta institución cultural se transformó arquitectónicamente en el año 1978, aunque la batalla librada en aquel entonces por los defensores del patrimonio logró mantener su fachada.
El Puente sobre el Río Yayabo, la Iglesia Mayor y el Teatro Principal son tres joyas de la arquitectura espirituana, nos identifican y otorgan una original presencia a la ciudad. El espirituano vive orgulloso de estos símbolos, los preserva y los muestra complacido a sus visitantes.
Corresponde a las nuevas generaciones continuar promoviendo esta herencia cultural que nos legaron nuestros antepasados. En algún sitio privilegiado de la memoria cada espirituano guarda estos símbolos, que es como llevar a todas partes un pedacito de esta ciudad: Monumento Nacional.