Tuinucú apuesta por la eficiencia
Para los azucareros no hay contienda fácil y ausente de contratiempos, pero hay razones que van más allá de los entuertos y arrojan luz.
Y una de ellas es el compromiso sudado a base de amor, sentido de pertenencia y vocación. Y de ello están hechos los hombres que desde la Empresa Azucarera Melanio Hernández y sus aliados del Uruguay enfrentan, tal vez, una de las más complicadas zafras, porque siempre hay algo que falta, y no por casualidad, y como se dice en buen cubano, le enredan la pita en eso de hacer azúcar.
Aún cuando cortar y llevar la caña al basculador es un rompecabezas para quienes planifican, organizan y prevén, los industriales del otrora Tuinucú siguen apostando por su vena aorta: la eficiencia industrial.
Mostrar hoy un rendimiento en la industria superior a once es buen ejemplo de ello, y no porque la materia prima que les llega es de máxima calidad.
Sucede por ese extra que allí es oxígeno de cada segundo en una historia conocida: sacarle a la caña todo el azúcar posible con un procesamiento fabril de prestigio.
Por la zafra del Tuinucú apostamos todos, desde todos los escenarios. Y también apostamos por esos hombre y muchachos, que en esa mezcla de experiencia y juventud hacen del Melanio Hernández el punto de mira si de sostener la canasta básica familiar y otras prioridades con el crudo que allí se fabrica, se trata.