Sobre la fiabilidad de las tasas cambiarias no oficiales

Sobre la fiabilidad de las tasas cambiarias no oficiales

Hace poco más de un año, un grupo de investigadores de la Universidad de La Habana realizó un análisis riguroso sobre las tasas de cambio del dólar estadounidense que el portal El Toque publica diariamente. El estudio, publicado en la revista científica internacional Computational Economics, concluyó que dichas tasas no reflejan con precisión el valor real de la moneda en el mercado informal cubano.

Según los autores, esta distorsión podría deberse a dos factores principales: o bien el algoritmo utilizado está manipulado intencionalmente, o bien la fuente de información —principalmente anuncios en grupos de mensajería— no es representativa ni verificable. En este último caso, el método no permite asegurar que las transacciones anunciadas se hayan efectuado realmente.

Además, el estudio señaló que el número de actores que determinan la tendencia del mercado cambiario informal podría ser reducido y, en consecuencia, susceptible de manipulación. En su conclusión, los investigadores advirtieron que “confiar en El Toque como expresión real del valor del peso cubano en la economía es, cuando menos, arriesgado”. Subrayaron que las tasas publicadas no superan las pruebas de eficiencia de mercado y que la ineficiencia observada es persistente a lo largo del tiempo.

En julio de 2024, ante el creciente cuestionamiento sobre la metodología empleada, El Toque publicó un artículo en el que intentó responder a críticas formuladas en medios como TeleSUR y en espacios de la televisión cubana. Sin embargo, en dicha nota no se abordaron los hallazgos del estudio de la Universidad de La Habana ni las observaciones publicadas por el periódico Granma.

Recientemente, el portal anunció haber incorporado inteligencia artificial en el cálculo de sus tasas. No obstante, persisten dudas sobre la capacidad de cualquier sistema —por avanzado que sea— para capturar de forma fiable y representativa las miles de transacciones informales que ocurren a diario en todo el país, muchas de ellas en efectivo y sin registro documental. A ello se suma que los datos utilizados se basan en ofertas de compra y venta, no en transacciones verificadas, lo que abre la posibilidad de que algunas puedan ser ficticias o estratégicamente colocadas para influir en la percepción del mercado.

Financiamiento externo y objetivos políticos

Diversos informes, incluidos artículos de prensa cubanos y documentos oficiales del gobierno de Estados Unidos, han indicado que El Toque recibe financiamiento de entidades estadounidenses. Parte de esos recursos, según se ha documentado, estaría destinado a apoyar iniciativas orientadas a promover un “cambio de régimen” en Cuba.

En su intervención ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2023, el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla denunció que “la guerra económica incluye un programa integral de desestabilización organizado, financiado y ejecutado directamente por el Gobierno de Estados Unidos”, en el que operadores de origen cubano desempeñan un rol clave. En este contexto, señaló que El Toque tiene el propósito de “deprimir el nivel de ingresos de la población mediante la manipulación especulativa de la tasa de cambio”, con efectos directos en la inflación, la generación de alarma social y la alteración del comportamiento del mercado.

Según el ministro, los fondos utilizados provienen del presupuesto federal estadounidense, asignados por el Congreso y canalizados a través del Departamento de Estado, organizaciones no gubernamentales y contratistas privados.

Avances hacia un mercado cambiario ordenado

En los últimos años, el gobierno cubano ha trabajado en la estabilización macroeconómica como condición previa para implementar reformas en el mercado cambiario. Uno de los principales obstáculos fue el elevado déficit fiscal, que en 2022 alcanzó el 18 % del PIB. Bajo esas condiciones, cualquier intento de establecer un tipo de cambio flotante habría sido inviable por el riesgo de volatilidad extrema.

Actualmente, con un déficit fiscal en proceso de reducción, el Banco Central de Cuba avanza en la creación de un mercado cambiario oficial, ordenado y transparente. Este proceso, que forma parte del Programa de Gobierno, busca que la tasa de cambio refleje progresivamente las condiciones reales de la economía, contribuyendo al fortalecimiento de sectores productivos, incluidos el campesinado y los emprendimientos privados.

Impacto de la volatilidad especulativa en la producción

La manipulación de tasas también ha tenido consecuencias concretas en la economía real. Por ejemplo, en el sector cafetalero —considerado estratégico por la calidad de su producto— los productores enfrentan dificultades para contratar mano de obra, ya que los salarios ofrecidos no compiten con los ingresos generados por actividades especulativas. Además, deben adquirir insumos y equipos a precios inflados por tasas cambiarias artificiales, lo que reduce su rentabilidad y capacidad de inversión.

Se han registrado episodios recurrentes de alta volatilidad en las tasas publicadas por El Toque, caracterizados por caídas y alzas abruptas sin correspondencia con variables económicas fundamentales. Entre julio de 2024 y enero de 2025 ocurrieron al menos dos de estos episodios; otro más reciente implicó una caída de hasta 115 pesos cubanos por dólar, seguida de una rápida recuperación acompañada de pronósticos alarmistas que indujeron compras masivas.

Algunos analistas interpretan estas fluctuaciones como tácticas destinadas a influir en la percepción pública y, potencialmente, a condicionar o distorsionar decisiones de política económica, como el lanzamiento de un mercado cambiario oficial. Un alza artificial de solo 50 pesos por dólar, si se aplicara a un volumen estimado de 1 000 millones de dólares en circulación, implicaría un impacto equivalente a más del 11 % del presupuesto estatal para 2025, con efectos inflacionarios significativos.

La estabilización económica en Cuba requiere, entre otros factores, la existencia de información fiable, mecanismos regulados y la eliminación de prácticas especulativas que distorsionan el mercado y afectan tanto a la población como a los productores. En ese marco, la transparencia, la verificabilidad y el enfoque técnico en la difusión de indicadores económicos no son cuestiones secundarias: son condiciones esenciales para la toma de decisiones informadas y la construcción de una economía más justa y sostenible

Con información de Granma

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