Santiago Abreu: de los campos taguasquenses al XIII Congreso de la ANAP
Por sus resultados integrales, Santiago Abreu Armas es el único taguasquense vinculado directamente a la producción elegido como delegado al XIII Congreso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP).
Formado desde bien joven en el amor a la tierra, sentimiento que se puso a prueba en la década de los 90, cuando adquirió terrenos en usufructo invadidos por la manigua, no ha perdido la motivación ni en tiempos difíciles.
«Mi origen es campesino, de ahí que desde niño sentí un amor grande por la tierra y su producción. Por eso no dudé en solicitar terrenos que estaban improductivos, así me metí en la dura batalla por limpiarla de malas hierbas. Fue dura la misión, pero la puse a producir con mucha alegría y pude hacer realidad mis sueños. Ya vivo con gusto atado a la tierra, uno le coge amor y a los animales, eso fue lo que uno decidió y vivo aquí. Me siento muy bien y te afirmo que ya no me puede faltar esta finca».
A pesar de la compleja coyuntura económica, eres un ejemplo por tus resultados productivos. ¿Cómo lo logras?
«Mi cultivo fundamental es el tabaco, pero esta finca está diversificada, yo siembro de todo. En la campaña tabacalera sobrecumplo mi programa al plantar 4.7 hectáreas; los rendimientos son bien altos, con el principal corté 18 cujes por 1 000 de posturas. Eso no ha sido fácil, pero con mucho trabajo y técnica se logra, hay que emplear adecuadamente los recursos que llegan por el tabaco y esmerarse en la preparación del suelo, la vega limpia».
Entre los cultivos potenciados por Santiago figura la malanga. Foto: Eduardo Sicilia Hernández.
El buen hacer campesino de Santiago hace de sus tierras una finca floreciente.
«Sembrar mucho no es fácil, la falta de insumos provoca limitaciones, unido a la falta de brazos para la agricultura, pero lo que uno se proponga lo alcanza, ahora tengo tabaco, malanga, plátano; los rendimientos son altos también, por ejemplo, ya vendí para Acopio 15 toneladas de malanga de excelente calidad y vuelvo a plantar este cultivo. Mucho han mejorado los precios de las producciones. Acopio ya viene aquí y compra sin tener yo que salir, se usa mi pesa, que antes no podía hacerse, creo que estimularía el incremento de las producciones si todo lo que produce el campesino tiene destino, porque ha pasado que se ha perdido, como el tomate ahora, que la industria no lo compró. Sería bueno que pagaran en efectivo. Ya los pagos tienen mejor situación, yo tengo contrato directo con las empresas y me pasan el dinero para la tarjeta».
En estas tierras ha sido vital el empleo de la ciencia y la técnica como pilares de la consagración productiva de este campesino, que asistirá por cuarta vez a un congreso de su organización.
«Sí, eso ha sido esencial, esta finca ha desarrollado muchas acciones para mejorar el suelo, con la creación de barreras de piedra para detener la erosión, utilizando además abonos naturales. Incorporamos los desechos de cosecha al campo y, en cuanto a la ganadería, está muy buena, hemos mejorado el rebaño con genes como el Sardo Negro, ejemplares excelentes en carne y leche. Ya he vendido hembras y toros a campesinos del municipio».
Como promotor de la diversificación, Santiago combina en una misma tierra varios cultivos. Foto: Eduardo Sicilia Hernández.
Santiago Abreu también comparte ideas sobre el protagonismo de la ganadería vacuna para elevar ofertas alimentarias a la población.
«Pienso que hay que potenciarla, se necesitan más recursos, pero es fundamental asegurar agua y comida; excelente la posibilidad del sacrificio legal, en el año anterior tuve el derecho por la producción de sacrificar cinco animales, creo que alcanzaré esa misma cantidad para este año; no obstante, hay mucha burocracia para poder llegar al autorizo, eso debe ser únicamente la decisión final de la Comisión Agraria Municipal. Las prohibiciones no han dado más animales; por el contrario, menos. Se han potenciado los cerdos que tienen una dieta similar a los humanos, la gente los cría hasta en los apartamentos y no pasa nada; sin embargo, los vacunos son soberanos con su alimentación, solo pastos, y uno solo aporta más carne que 20 puercos. Creo que hay que formar un movimiento popular por los vacunos, así se podrá mejorar las entregas de un mejor alimento.
En ese camino la ANAP puede ayudar, así como mejorar integralmente junto al Gobierno y el resto de las organizaciones las atenciones hacia el campesinado, que necesita un sistemático acompañamiento desde el surco».