Roberto Felipe Castro y su pasión creativa

“Comenzamos un pequeño robot. Ese robocito es el robot araña. Se llevó la propuesta de la edición para que sea un kit y que los niños puedan jugar con ese pequeño robot araña.

Y entonces a partir de ahí, de que pasé tanto trabajo haciendo las piezas, decidí construir una impresora en tercera dimensión”.

Es jueves, suena el teléfono móvil. Del otro lado habla Roberto Felipe Castro, quien con total entusiasmo cuenta su última creación para la reciente edición de la innovación de los Joven Club.

Sorprende con su naturalidad y carisma a la hora de contar su historia. “Está prácticamente funcional. Hoy me dispuse a comenzar un grupo de actividades más para que ya la realización sea completamente óptima”.

Ya el proyecto está prácticamente concluido. La idea en qué se basa, poder construir en el país pequeños robots diseñados por cubanos netamente y que esas piezas de plástico se hagan con nuestra impresora 3D”.

Su historia germinó en el kilómetro 4 de la carretera de Arroyo Blanco, un pueblito de pequeños agricultores que no tuvieron la posibilidad de contar con él para el trabajo de las tierras, pero sí el privilegio de poseer el talento de Roberto Felipe.

Nunca estuve tranquilo, ni he estado tranquilo, ni estoy tranquilo todavía a la edad que tengo. Para mí es un castigo enorme tener que estar sentado durante mucho tiempo sin yo poder tener nada activo. Disfruto de hacer estas cosas.

Más allá de sus experiencias en los Joven Club, Roberto Felipe es radioaficionado.

Le debe el estrés a su preparación en la Escuela Técnica Militar como Especialista de Cohete de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, donde descubrió su pasión por la electrónica.

“He construido mis propios equipos. Hoy en la actualidad tengo equipos de fábrica. Tengo el mundo prácticamente trabajado de una punta a la otra y para mí es un enorme placer hacerlo. Construir los equipos fue una satisfacción personal y es muy importante comunicarse con un avión, con una nave espacial, con un cosmonauta.

He sido  profesor en la Escuela Técnica del Ejército Central, preparando especialistas.

Durante la llamada telefónica vía WhatsApp, Roberto Felipe Castro detalla cada mérito y experimento, reafirma su compromiso con la ciencia cubana y esboza algunos de los proyectos venideros que pretende mostrar en las ediciones del Info Club.