Raúl Ferrer y su huella en la educación y la cultura cubana
En los verdes campos de Yaguajay se forjó la vida de Raúl Ferrer Pérez, nacido el 4 de mayo de 1915, un hombre cuyo legado como pedagogo, poeta y dirigente ha dejado una huella imborrable en la educación y la cultura cubana.
Nacido en el seno de una humilde familia en la comunidad de Meneses, Ferrer Pérez supo desde temprana edad que su destino estaba ligado al mundo de la enseñanza.
Con esfuerzo y dedicación logró graduarse como maestro cívico rural en 1937, cuando comenzó a despertar su pasión por la educación y la literatura.
Su talento como poeta pronto lo llevó a destacarse en el ámbito cultural cubano, con la publicación de numerosas obras que reflejaron la realidad social y política de su país.
Sus versos, cargados de emotividad y compromiso, resonaron en el corazón de los cubanos y lo convirtieron en una figura emblemática de la poesía contemporánea.
En especial, su “Romance de la niña mala” ha quedado como uno de esos poemas que apretujan el alma y el corazón, y nunca se pueden olvidar.
