Mi amigo Arnaldo

Mi amigo Arnaldo

Una tarde, tras un almuerzo dominical en el hogar habanero de Ramón, un muy querido y admirado colega y amigo, él me propuso asumir un segmento de su programa radial, que dos veces por semana, dedicaba, precisamente, al costumbrismo cubano. Lo atendía (nadie menos) el doctor Eduardo Robreño. Y Ramón, quien siempre confió en mí más que yo mismo, lanzó la idea. Como me ha pasado otras veces, sin pensarlo dos ídems y con total atrevimiento de mi parte, acepté.

De regreso a casa, mi esposa Cecilia, como de costumbre, me impregnó de la energía y el entusiasmo suficientes para empezar. Y, busca que te busca en libros, revistas, periódicos y hasta chismes de barrio, nació y se desarrolló Lo que por ahí se cuenta, una sección radial que, increíblemente, se mantuvo durante trece años, hasta que una dolencia en mis cuerdas vocales me obligó a cerrar.

En esos pocos minutos de cada martes y jueves, compartí micrófonos con Marisela, Yamilé, Moraima… Y, en la etapa final (no sabíamos que sería la última), llegó mi amigo Arnaldo.

Lo conocía de la radio, ese medio al que he dedicado más de medio siglo – ¡se dice fácil! Escuchaba su voz en varios programas de alguna que otra emisora de La Habana, la ciudad donde nací hace sepetecientos años.

Nunca imaginé que tendría la irrepetible ocasión de charlar, platicar, conversar y hasta bromear juntos, Arnaldo y yo, acerca de asuntos del pasado, muchos de ellos sin trascendencia alguna, pero con esa combinación singular de cotidianidad y hasta buen humor que solo el costumbrismo puede resumir. ¡Recuerden el Alhambra!

En el episodio de despedida, el 27 de febrero de 2018, dije: “quién sabe si muy pronto aparezca, ahora que eso está de moda, una segunda temporada de… Lo que por ahí se cuenta. Me haría inmensamente feliz.”

Ante mi obligado silencio, prescrito por los especialistas, fue el propio Arnaldo, mi amigo, quien leyó aquel texto conclusivo que, sin embargo, dejaba puertas abiertas a que, de algún modo, hubiera una continuación.

Hoy, gracias a mi entrañable Jairo Alberto Pacheco, y a Radio Sancti Spíritus, surge, de manera totalmente inesperada, esa segunda temporada. Con el amable permiso de ustedes, trataré de reproducir aquellos diálogos chispeantes y muy serios a ratos (según cómo sople el viento), con mi amigo Arnaldo: será mi interlocutor imaginario en este nuevo empeño por adentrarnos en las costumbres, anécdotas y vivencias cubanas de antaño. Nunca será como lo harían los grandes maestros, Robreño o Núñez Rodríguez: no llego a esos laureles.

Pero, con inmenso placer, dejando además testimonio de mi cariño sincero por mi amigo Arnaldo, doy inicio a esta sorpresiva y feliz segunda temporada de Lo que por ahí se cuenta.

Y, tal y como finalizaba los casi mil doscientos cincuenta capítulos radiales, e invitando al próximo:

“…Amigos, suficiente por hoy”.

#

Lo que por ahí se cuenta

Deja un comentario

  1. Arnaldo Regal Diaz dice:

    Hermano Gaspar te repito ya leí todo lo que me has mandado a decir te vuelvo a decir que estoy muy agradecido contigo ya sabes que ya leí tu comentario y tu página y bueno me resulta de mucho agrado ojalá que sí que se vuelva a repetir eso dime en la medida de mis posibilidades en todo lo que te pueda ayudar ya sea por teléfono por WhatsApp lo que necesites de mí un fuerte abrazo tu hermano Arnaldo

También te sugerimos

Programación en vivo
Ahora:

Sigue a Radio Sancti Spíritus