Las familias de los Carlos o por donde nace el azúcar

Las familias de los Carlos o por donde nace el azúcar

A la vera de la Autopista Nacional, las familias de Carlos Pereza y Carlos Torres, esposos, esposas, hijas, hijos y otros cercanos, gestionan 57,8 hectáreas cañeras; en 2022, cuando se constituyeron en el colectivo agropecuario Los Carlos, apenas entregaron 400 toneladas de la gramínea, a razón de 12 toneladas por hectáreas; no tuvieron ninguna utilidad.

Los cañaverales estaban perdidos, cubiertos de punta a punta por la plaga de plantas leñosas, como los algarrobos indios, según le dicen algunos por el color de sus troncos, que ha invadido cuanta tierra colinda con las carreteras y caminos de casi toda la región central y otros lugares del país.

A base de yunta de buey, halaron durante semanas grandes carretones llenos de palos cortados a hacha y machete y también con arados, que por suerte pudieron vender o usaron para hacer puré de tomates y otras recetas.

Han ido recuperando los cañaverales, una parte de los cuales, con caña nueva, dedican a semillas para vender a la propia cooperativa.

Tras la limpieza y el permanente laboreo —«porque no es sembrarla, hay que cultivarla», dicen—, en 2023 Los Carlos duplicaron la entrega de caña y el rendimiento por hectáreas creció casi un 17 por ciento; tuvieron utilidades por 120 515 pesos.

En la actual zafra han entregado 711 toneladas y acumulan utilidades por 767 880 pesos, a razón de 22 toneladas por hectárea, lejos de rendimientos aceptables, pero que ilustran hacia dónde van estas familias, quienes atienden tres hectáreas de tierra para producir alimentos para el autoconsumo.

En las tierras de Los Carlos, pertenecientes a la UBPC Tuinicú, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, acompañado por el miembro del Buró Político y Secretario de Organización del Comité Central, Roberto Morales Ojeda, concluyó el trabajo de terreno en Taguasco, el municipio de Sancti Spíritus en el que continuaron sus jornadas de encuentros con las bases, en centros económicos y sociales, con el pueblo y con cuadros del Partido y otros dirigentes.

La faena de la mañana, en suelo espirituano, se concentró en las áreas industriales, la destilería y los campos de la empresa agroindustrial azucarera Melanio Hernández, con uno de los ingenios tradicionalmente más eficientes del país.

La estancia en los plantíos era ineludible, porque el azúcar comienza en la caña, algo en lo que insiste el Jefe de Estado, que indicó que a pesar de los resultados del Melanio, que no ha hecho una buena zafra, pero va cumpliendo los planes, la prioridad tiene que ser sembrar más y más caña.

Carlos, el Pérez, escoltado por Carlos, el Peraza, explicaron al Presidente cómo han ido mejorando las condiciones de vida de sus familias desde que se convirtieron en colectivos laborales, una forma de organización donde no solo se vinculan el trabajador y la trabajadora al área, sino que por la forma de decidir sobre las tareas y disponer de sus ingresos, se incrementa el compromiso.

«Nosotros somos campesinos y sabemos qué es trabajo, que es levantarse todos los días a las 4:00 de la madrugada y estar pegando ahí, al plantío; el trabajo no nos amilana, pero hemos mejorado, porque nuestras casas no están malas, pero las casas llevan cosas dentro y ahora las vamos teniendo», dice Pérez a Díaz-Canel.

El colectivo agropecuario Los Carlos es uno de los 14 que integran la UBPC Tuinicú, cooperativa que en 2023 logró ingresos por encima de los 11 millones de pesos y una ganancia de 2,1 millones de pesos, para un salario medio por trabajador cercano a los 7 500 pesos mensuales, sin incluir el reparto de utilidades.

Pero la Tuinicú no solo es caña, se diversifica con producciones agropecuarias como granos, viandas, hortalizas, frutales, leche y carne. Para este año prevé cosechar más de 670 toneladas, cien más con respecto a 2023, para el autoabastecimiento, la distribución entre sus socios y contratados, y el abasto a los 309 habitantes de la comunidad Caja de Agua.

Despuntando la mañana, Díaz-Canel y Morales Ojeda iniciaron la jornada en áreas del central Melanio Hernández, acompañados por la primera secretaria del comité provincial del Partido en Sancti Spíritus, Deivy Pérez Martín; el gobernador del territorio, Alexis Lorente Jiménez, y las principales autoridades municipales.

En la madrugada el ingenio debió parar por una rotura, aunque había estado detenido durante tres días por falta de combustible, una tensa situación que, junto a la escasez de lubricantes para maquinarias y transporte, ha marcado la campaña azucarera en todo el país, donde «más que zafra lo que se está haciendo es una heroicidad», ha señalado Díaz-Canel.

El director de la empresa agroindustrial, el locuaz Antonio Viamonte Perdomo, que a pesar de «estar hasta el cuello» por tantas dificultades no pierde el optimismo, y que agrega a los problemas que este no ha sido para ellos un año azucarero, pues la caña ha tenido muy bajo contenido de azúcar, informó al Presidente que ya han producido 14 965 toneladas de azúcar, el 71 por ciento de lo previsto, y les faltan por fabricar, según el plan, otras 6 058 toneladas, y no renuncian a hacerlas.

El Melanio ya tiene asegurado el abastecimiento de azúcar a la canasta familiar normada de la provincia hasta el mes de junio.

A pesar de las dificultades, el legendario ingenio, que no ha podido rebasar ni el 40 por ciento de la molida diaria, ha logrado un rendimiento industrial de 9,15 puntos, lejos de su tradición, que siempre está en el entorno de los 11 puntos, pegado al 12, pero dice mucho de la eficiencia que aquí prevalece.

Con 1 082 trabajadores en la empresa, 599 de ellos en la fábrica, los resultados de la entidad les aseguran tener una plantilla completa y estable. Al cierre de marzo, la Melanio Hernández ha logrado 82 millones de pesos en utilidades, el 71 por ciento de lo previsto.

El salario medio está en el entorno de los 10 142 pesos mensuales, pero en la fábrica es de 11 000 y en la unidad empresarial Derivados, que concentra la destilería, los salarios son de unos 17 000 pesos por mes.

El liderazgo en los ingresos, sin embargo, lo tiene la generación eléctrica para el autoabastecimiento y el aporte al Sistema Electroenergético Nacional, al que han entregado en lo que va de zafra casi 2 800 MW, lo que les ha permitido ingresos que cubren cerca del 50 por ciento de los salarios que se pagan a los trabajadores del ingenio.

La empresa azucarera, empero, tampoco se ha quedado en caña y azúcar y ha implementado un amplio programa de producción agropecuaria para sus comedores obreros, el reparto a los trabajadores a precios aceptables y la venta a la población.

Solo un ejemplo: cada semana distribuyen entre 8 y 10 huevos por trabajador del central, a razón de cinco pesos cada uno, además de tener un punto de venta dentro del ingenio en el que ofertan variados productos agrícolas.

En intercambio afueras del ingenio, el Presidente cubano señaló que este es un central que, a pesar de las complejidades por la que atraviesa, está en la vanguardia.

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