La liniera María Isabel y su desafío a las alturas (+ fotos)

“Me gustaría que me tomaran muchas mujeres como ejemplo, los hombres también me gustaría que vieran que nosotras las mujeres si podemos salir adelante y cumplir con la tarea porque no es la fuerza sino métodos y procedimientos para poder realizar el trabajo, Sería bonito que esto fuera un ejemplo para aquellas personas que siempre han querido hacer algo en la vida. Mientras haya interés todo se puede.

María Isabel Rodríguez Benítez desafía los prejuicios sociales al punto de inscribirse como la única mujer que se desempeña como liniero grupo 4 en la Escuela de Capacitación de esta especialidad en Sancti Spíritus.

María Isabel Valdivia Benítez, primera liniera en formación de la Empresa Eléctrica Sancti Spíritus.

“Me incorporé ya hace un tiempo al Curso de Capacitación y Supervisión del Control Energético y desde el primer día observé las prácticas del grupo que se formaba como liniero 4, me llamó la atención, me gustó el trabajo y decidí comenzarlo. A  la hora de las prácticas me fue más difícil porque no tengo la preparación física de un hombre pero con el esfuerzo logré llegar hasta aquí.

No es necesario tener tanta fuerza física sino destreza para poder hacerlo y eso lo da la práctica; el trabajo con las espuelas, la escalera y los equipos de protección. Si cansa y fatiga pero se hace, la altura no me ha dado problema, voy segura de mi preparación, se logra y hasta ahora he podido”.

Esta joven de 35 años lleva bien puesto el cinturón de liniero y así lo demuestra a diario pues para nada constituye un impedimento su condición femenina.

“Pretendo incorporarme al municipio Sancti Spíritus, no tengo la más mínima idea de cómo va a ser mi trabajo. Sé que me voy a enfrentar a situaciones difíciles. Quisiera caer en una brigada de trabajo fuerte, de movimiento para poder aprender más de la línea. La escuela es una cosa y el trabajo es otro. Quisiera cumplir con todo lo que me sea posible a la par de cualquier hombre.

“Tengo una niña de 13 años. Vivo con mi mamá y mi niña. Mi mamá me empuja a salir adelante y mi niña me dice mamá cuídate. Me ayuda saber que las dos están para mí”.

Asumir retos siempre le ha apasionado y especialmente las experiencias inusuales.

“Insto a las mujeres a que hagan su profesión. Que se vea como un ejemplo que sí se puede. Que se enfrenten y salgan adelante. Todas podemos”.

María Isabel es una joven  de altos quilates que se descubre con astucia y desenfado y un corazón que la sobredimensiona pese a su corta edad.