La inclusión y la violencia de género siempre tienen espacio en el Calendario de Magda
Convocado en alianza con la oficina en Cuba del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), OXFAM y la Embajada de Francia en La Habana, el Instituto Internacional de Periodismo José Martí acogió del 13 al 17 de noviembre el Seminario Violencia de Género: Desafíos para la Comunicación y el Segundo Taller presencial para guionistas de producciones audiovisuales asumidas desde la inclusión. Ambas propuestas académicas forman parte de los compromisos del centro con la implementación de acciones de superación de periodistas y comunicadores, previstas en la Estrategia integral de prevención y atención a la violencia de género y en el escenario familiar.
En el caso particular del Segundo Taller de Guiones Audiovisuales desde la Inclusión, contó en esta ocasión con las conferencias magistrales de la destacada realizadora audiovisual Magda Gonzalez Grau, quien tiene en su haber obras como el largometraje de ficción “¿Por qué lloran, mis amigas?”, el telefilme “Piña colada”, la Telenovela “El año que viene” o la muy acogida serie televisiva “Calendario”. Con ella tuvimos el placer de dialogar sobre la importancia del abordaje de la violencia de género y la inclusión en el audiovisual.
¿Cómo llega Magda al abordaje de las diversidades y la violencia de género en su obra?
Bueno, en realidad, la diversidad es un tema importantísimo. Si tú quieres tratar la realidad, tienes que tratarla con toda la complejidad y la diversidad que existe.
En el caso de la violencia de género, primero soy mujer, segundo soy hija de una luchadora tremenda que tuvo cuatro hijos, pero que no dejó de trabajar. Por supuesto, sufrió de alguna exclusión, de alguna discriminación, pero ella siguió batallando. Ella tenía un sentido de la justicia muy fuerte. Y yo creo que yo llego al abordaje de esos temas por ese sentido de la justicia. Yo siento que cualquier exclusión, cualquier discriminación que haya en el mundo es una injusticia. Soy muy martiana y Martí también contra la injusticia era muy, muy radical. Y mira, ese tema de la violencia de género, claro que es injusto, que es inhumano y hay que luchar contra eso.
¿Qué potencial tiene la ficción para abordar temáticas como la violencia de género?
Todo el potencial, porque hay muchas historias de la realidad. Pero realmente cuando tú estás haciendo ficción, tú puedes esa realidad ponerla a favor tuyo y manejarla a favor tuyo, a favor de la historia que quieres contar, con quizás más intensidad que como se producen la realidad, o quizás menos intensa, pero con una finalidad.
Hay historias de la vida real que acaban mal y no tienen a veces solución. Y en la ficción tú puedes darle a eso un vuelco y tener tu propia tesis, pero a partir de lo que tú tienes ficcionas, ¿no? Puedes coger un hecho de la vida real y darle una estructura donde la tesis tuya sea que eso no debe ser y que ganan los buenos, no los malos.
¿Qué desafíos tienen ante sí los guionistas que buscan abordar desde el audiovisual de ficción temas como la diversidad y la violencia de género?
El desafío fundamental que tienen los guionistas es el conocimiento. Tienen que estudiar, tienen que investigar porque cualquier cosa que se trate en ese sentido, si no se tiene claro qué es lo que se quiere con presentar esos temas, puede ser exactamente un boomerang que en vez de hacer… algo que tenga que ver con lo que ellos quieren hacer, sea algo que se vire en contra, porque la realidad es muy compleja. Cada caso, cada caso de violencia, cada caso es diferente. Entonces, tienen que estudiar mucho, tienen que investigar mucho y tener claro qué es lo que quieren.
Usted ha tenido desde su práctica como realizadora audiovisual la oportunidad de tratar temas como la violencia de género, ¿desde qué ópticas prefiere abordarlos?
Mira, todas las ópticas son buenas, siempre que esté abordado con responsabilidad y con conocimiento. Quizás sea desde un personaje X o en una situación X distinta, pero sobre todo con eso, con conocimiento y responsabilidad.
¿Qué la llevó a enamorarse de un proyecto como Calendario?
Precisamente la importancia que tiene el maestro en la formación de las nuevas generaciones. Yo pensé en mí misma, como yo todavía me acuerdo de mi maestra de primer grado, de segundo, de tercero, de cuarto, de quinto, de sexto, de la Primaria, que es una etapa donde se forma a los niños y después en Secundaria.
Para mí es importantísimo, a veces los muchachos pasan más tiempo con los maestros que con la familia. Y entonces dije: “Bueno, vamos a hablar del maestro, pero vamos a hablar también del maestro y las familias”. Porque realmente ahí donde está como el trío: alumnos, familias, escuelas. Para mí es un trío inseparable. Entonces ese fue el objetivo con Calendario, a partir de una investigación donde los muchachos veían al maestro como un intruso, como una persona que les coartaba la opinión, que no tenía nada interesante que decir. Y entonces dije: “No, esto no puede seguir pasando. Tenemos que hacer algo donde haya la utopía del maestro que todos queremos para nuestros hijos”. Y ahí salió Calendario,salió Amalia.
¿Considera que Calendario ha marcado un precedente en el abordaje de la diversidad desde el audiovisual?
Yo no sé si es un precedente. Yo creo que entre los objetivos de nosotros estaba que el 9no 3, que después es el 11no 3 y el 12mo 3 fuera un abanico con todas las posibilidades de los conflictos que están enfrentando los jóvenes en este momento en nuestro país.
Entonces tratamos de que fuera abarcador, que nadie se viera fuera de ese abanico. Y bueno, si eso crea un precedente, qué bueno, pero en realidad el objetivo era que hubiera, que se presentara todo lo que ahora mismo está afectando a las familias y a las generaciones de esas edades.
¿Qué recomienda a los guionistas y realizadores audiovisuales en general para lograr un abordaje equilibrado de las diversidades desde la ficción?
Ya te lo dije: responsabilidad y conocimiento, eso es lo que tienen que hacer.
¿Cómo ve a futuro el abordaje de los temas de género en los imaginarios colectivos desde los medios cubanos?
Yo creo que hemos avanzado mucho. Yo me acuerdo que hace unos cuantos años, un Día Internacional de la Mujer, escogieron un pensamiento de Martí, que decía: “no hay un gran hombre si no hay sonrisa de mujer” o algo así. Y yo me espanté, porque Martí es un hombre del siglo XIX. Y hay que verlo de manera. Es decir, lo importante para un hombre de la mujer que lo acompaña es la sonrisa. No puede ser. La mujer es mucho más que una sonrisa. Entonces me acuerdo que se habló, y no era mala intención, era sencillamente desconocimiento. Todo el mundo dice: “No, porque es Martí”. Sí, pero Martí también era un hombre de su tiempo. Y yo creo que hemos avanzado, en ese sentido, de ver a las mujeres con iguales deberes y derechos que los hombres, con equidad. Y entonces realmente hay que seguir trabajando, porque muchas veces para el asombro nuestro todavía hay un planteamiento que parece el siglo XIX o antes.
Este taller realmente me ha traído muchas satisfacciones. Siento que de ahí salieron guiones y trabajos que van a marcar una mirada inteligente, una mirada razonada, una mirada útil para el tema de la exclusión, para el tema de la diversidad, para el tema de la violencia.
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