La finca de Casimiro: sistema productivo diverso y gastronomía reconocida
La asimilación de una cultura para producir diversidad de alimentos y adecuada nutrición está entre los requerimientos fundamentales de la Ley de Soberanía Alimentaria, acciones que se han consolidado desde hace varios años en la finca agroecológica de José Antonio Casimiro, en el municipio espirituano de Taguasco, donde además se ha emprendido una gastronomía reconocida en el mundo.
“Sí a estas cosas se le diera valor, tú te imaginas el placer de sentarte en una mesa, donde lo que te vas comer no tiene ningún tipo de veneno porque no se aplica desde hace muchas años, con un cultivo logrado sobre la base de una gran cultura asimilada en la finca, con suelos fértiles recuperados de la erosión, con productos naturales, que salen del campo, que es del propio día y movimiento 0 km, pero además que toda esa alimentación sea elaborada por las mujeres de la finca, con el uso del combustible obtenido con el estiércol de las vacas, que te comas un pescado frito empanado con nuestra harina de yuca y con la grasa que nos aporta la mantequilla que elaboramos, una panetela, vino de la caña de la finca. Pienso que nadie, ni el mejor hotel puede competir con nosotros.
La permanencia de toda la familia en la finca resulta vital para el proyecto.
En esta finca se han hecho realidad los principios de soberanía, sostenibilidad como modelo de vida que es conveniente reproducir en beneficio del campo cubano.
“Estamos hablando de la máxima independencia, de la máxima resiliencia, de la preservación y creación de cultura, ese queso que me estoy comiendo era hierba ayer; que inmediatez. Eso tiene mucho valor, la familia lo sabe y ¿por qué se han quedado aquí? No, no, están bien afincadas, saben de los valores que hemos sembrado, pero olvídate que nosotros no tenemos que utilizar ni aceite, porque la sacamos de las vacas y le agregamos ese valor, tenemos fogón de leña eficiente, biogás, el agua la aportó el molino o el sol. Esto ecológicamente es especial, no necesitamos recursos de ningún barco”.
Esta finca es abanderada en la nación en el uso de las fuentes renovables de energía.
Según la experiencia de Casimiro, para asegurar el cumplimiento de la soberanía alimentaria se deben flexibilizar los acuerdos con los pequeños agricultores.
“Son la fuerza que más aporta alimentos en el país, no le deben a nadie ni un centavo, son las más eficientes, los que más rápido se recuperan de los fenómenos naturales, pero no se le da libertad para que siembre lo que desean, son multados y amenazados siempre con medidas administrativas. Si se buscan nuevas maneras responderán con mejores resultados y creo que con eso se podrá definitivamente asegurar más comida en el país”.
Entre los factores de desarrollo se alza la sabiduría para darle valor agregado a sus producciones.
La formación de una nueva cultura se inicia desde edades tempranas.
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