La fertilidad de la montaña
Cuando enrumbas loma arriba, todo el escenario que te acompaña es revelador.
No solo por la brisa fresca que emana del empinado trayecto. La naturaleza regala postales. Y entre las distintivas, espacios que dejan ver el desarrollo de plantaciones, ya sean de cebolla, frijoles, pimientos, tomates y frutales.
Y es que hoy la montaña multiplica su importancia si de producir alimentos se trata, por todo un potencial que precisa de miradas más conspirativas.
Y también de admiración por quienes a diario, en los terrenos ondulantes, hacen que la tierra multiplique sus frutos.