La esperanza conectada a los rayos del sol (+ video)

Escribir hoy del sistema electroenergético en Cuba constituye uno de los temas más peliagudos para la prensa porque la opinión pública lo cuestiona todo o casi todo sobre este asunto, a partir de una realidad apabullante y sin ambages: esos inhumanos apagones que hoy ponen de cabeza la rutina y laceran la calidad de vida de la mayoría de los cubanos.

Por muchas explicaciones y argumentos que se transmitan, en medio de la oscuridad, casi nadie consigue ver la luz al final del túnel, pero al menos una pequeña chispita ha comenzado a encenderse en el horizonte: la construcción de los parques solares fotovoltaicos.

Esta opción, que se emplea exitosamente y de forma bastante masiva en naciones desarrolladas como España, Alemania y China, ya cuenta en Sancti Spíritus con algunas pequeñas instalaciones que, hasta ahora, aportan lo previsto y funcionan adecuadamente.

Pero, desde el pasado año, esos proyectos comenzaron a tomar vuelo aquí, cuando inició la construcción con tecnología china de tres parques solares más grandes, que se pronostica aporten unos 65 megawatts al cierre de 2025 al Sistema Eléctrico Nacional nacional.

Al sistema electroenergético nacional y valga la reiteración porque estas instalaciones no resultan privativas de Sancti Spíritus, ni siquiera de las zonas de Cabaiguán, Tuinucú y Jatibonico, donde en estos momentos se edifican, sino que su contribución forma parte de un proyecto que incluye en total 49 parques, que sumarían una generación de 1 000 megawatts.

Y esa cifra en realidad sabe a gloria, aunque ni se encuentra al cantío de un gallo, ni va a resolver de la noche a la mañana el lamentable asunto de los apagones porque necesita complementarse con otras inversiones y reparaciones en las termoeléctricas y en las instalaciones de la generación distribuida.

De los tres grandes parques que hoy se erigen en la provincia, en medio de las lógicas tensiones que el momento impone, el más adelantado es el de Cabaiguán, que se encuentra alrededor del 70 por ciento de ejecución.

Sincronizar, aunque sea en parte, los tres antes de que cierre este año, parece más que un reto, una utopía; sin embargo, los especialistas de la empresa eléctrica lo consideran posible.

Sumadas a ese optimismo, decenas de empresas y organismos del territorio apoyan y contribuyen en cada una de estas obras, donde si algo debe cuidarse y exigirse es por la calidad en la ejecución porque los maratones contra fechas de culminación y la participación de tantas personas pudiera lacerar su terminación.

Lógicamente, estas obras también contemplan después continuas labores de cuidado y mantenimiento, para lo cual ya se creó una nueva empresa que se encargará de garantizar la durabilidad en el tiempo de tan importante inversión.

Con la primavera pisando ya los talones, los trabajos se complejizan aún más y el calendario se torna bien apretado. Urge entonces un paso apurado, pero seguro. Porque, sin dudas, la terminación de estos parques en Cuba constituye más que un desafío sin precedentes, el regreso de la esperanza conectada a los rayos del sol.