La doctora Zayda mide el tiempo en latidos
El reloj marca las dos de la madrugada, pero en el quirófano del Hospital Provincial Camilo Cienfuegos, en Sancti Spíritus, el tiempo se mide en latidos. La doctora Zayda Danza Carballo despliega con firmeza y serenidad las habilidades que sólo otorgan tres décadas de batalla contra la muerte.
“Es muy importante devolverle la vida a una mujer porque la madre, creo yo, es insustituible. Nos llena de satisfacción poder entregarle a un niño su mamá viva. No atendemos únicamente a la madre, también nos ocupamos del bienestar del feto dentro del útero. La ginecología y la obstetricia abarcan toda la vida reproductiva de una mujer, desde que nace, pasando por la niñez, la adolescencia, la juventud, la etapa menopáusica y postmenopáusica. Es una especialidad hermosa.”
Especialista de primer grado en Ginecología y Obstetricia, Zayda no es sólo una doctora en el mayor centro asistencial de la provincia: es una institución viviente, un faro de conocimiento y ternura en medio de la tormenta. Pierde un pedazo de alma cada vez que se extingue una vida.
“Nos ponemos muy tristes porque no es lo que esperamos. Nos duele, aunque sabemos que la inmortalidad no existe —ni fetal, ni neonatal, ni materna—. Pero cuando ocurre algo relacionado con el parto o el puerperio y se pierde la vida de un niño o una madre, duele profundamente.”
Sus manos firmes y experimentadas son el primer territorio seguro que pisa un ser humano al llegar a este mundo. Tres décadas se dicen fácil, pero ¿cuántas noches en vela, cuántas decisiones al filo entre milagro y tragedia ha debido sortear esta especialista?
“El obstetra trabaja con dos vidas: la del feto y la de la madre. Lo hacemos con la cabeza bien puesta y con enorme entrega. Somos médicos que no dormimos junto a una paciente durante una guardia. Fíjese: nos gusta lo que hacemos. Estamos en el salón durante la guardia, y con el agradecimiento de un paciente —un ‘gracias, doctora, gracias por lo que hizo por mí y por mi niño’— con eso tenemos suficiente. A veces basta con haber atendido un parto, una consulta. Ese ‘gracias’ nos llena. Las personas suelen agradecer mucho.”
En la sala de partos, mientras una nueva vida lucha por abrirse paso, se escucha la voz nítida y calmante de la doctora Zayda Danza Carballo. Es el sonido de la experiencia, de la ciencia al servicio del amor más primario. Con sus 30 años de batalla contra la muerte, ella es parte del corazón del sistema de salud cubano.
No te pierdas nada. Únete al canal en WhatsApp de Radio Sancti Spíritus.