Identidad espirituana
Se dice, con razón, que nuestra tierra es rica en tradiciones culturales. Más de cinco siglos de Historia la dotan de un encanto especial que va desde la arquitectura colonial hasta la trova o la artesanía.
Esta tradición se sostiene en la existencia de una cultura popular que define nuestros rasgos de identidad más determinantes.
Cultura popular, en la mayoría de los casos, gestada por la gente más humilde, creada para satisfacer las necesidades de estos y en un contexto específico.
La cultura popular se ha mantenido en constante movimiento y desarrollo, adaptándose a cada período histórico, mientras escribía las más importantes páginas de nuestra identidad.
Variada y diversa es la cultura popular tradicional espirituana, que forma un amplio diapasón en el que razas, sicologías y modos de expresión se integran armónicamente. Cultura afrocubana, cultura canaria, en ambos casos con su folclor, costumbres y expresión artesanal, conforman ese “Ajiaco” espirituano, con sabores y colores que han resistido el paso de los siglos.
Las fiestas populares, agrupaciones tradicionales, comidas típicas, personajes populares, especificidades lingüísticas y las manifestaciones artísticas, conforman en lo fundamental el cuerpo de nuestra tradición.
Para el estado cubano ha sido una preocupación constante mantener vivas esas tradiciones culturales, para ello se celebran anualmente eventos investigativos de todo tipo, además de promover estas muestras, para que las más jóvenes generaciones, bebiendo de las fuentes, tengan un presente sin olvidar el pasado.
Nuestra independencia está íntimamente ligada a nuestra cultura. El modernismo de un mundo banalizado y global no puede significar para los cubanos una ruptura con ese pasado que nos forjó.
Para estos males, a veces inevitables de la homogenización del mundo, debemos acudir a nuestras tradiciones, a nuestra cultura; ella resguarda todo un arsenal de ideas, conceptos y sabiduría popular que la convierten en “Escudo y Espada de la nación”.