Habanos en la ruta del torcido
La herencia, la tradición y la habilidad se imponen como luces en la ruta del torcido del tabaco.
Es el eslabón vital, donde la materia prima que se sudó en el campo, comienza a tomar formas, entre las manos de hombres y mujeres, de jóvenes y experimentados torcedores, un arte que va en la cubanía.
En cada fábrica el ajetreo es incesante, chavetas y manos hábiles se adueñan de los escenarios y poco a poco, de cada mesa, las vitolas se multiplican hasta abrigarse en frágiles y olorosas cajas de cedro, que llevan los puros hacia varios destinos del mundo.
Estas escenas se repiten a diario en cada fábrica de tabacos. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
Manos hábiles conforman los puros que en varios lugares del mundo se degustan con placer. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
Tradición y herencia se imponen en la ruta del tabaco torcido. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
La juventud hace suya también la ruta del torcido de tabaco. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
Los más jóvenes se adentran con soltura en los ajetreos del torcido de tabaco. Foto: Oscar Alfonso Sosa.