«Como acicate para despertar las conciencias de cuantos en el mundo están llamados a crear un clima de diálogo y fraternidad que pueda impulsar cambios significativos en las actuales circunstancias sociales y políticas», calificó el Papa Francisco a la figura de José Martí, en mensaje enviado en ocasión de la V Conferencia Internacional Por el equilibrio del mundo, con sede en la capital cubana desde hoy y hasta el 28 de enero.
En su mensaje, fechado el viernes 20 de enero y publicado en el sitio del Vaticano, el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica concedió especial relieve a que nuestra mirada no se fije tanto en lo que cada uno de nosotros, con la mejor de las intenciones, podría proponer, sino en la absoluta necesidad de sentarnos a escuchar a los demás.
El Santo Padre destacó en su mensaje la urgencia de construir puentes que puedan ayudarnos a encontrar juntos soluciones viables que no excluyan a nadie. Todo desde el diálogo y con el horizonte amplio de la fraternidad, complementó.
«Me ha impactado releer unas palabras de José Martí ante la tumba del venerable Félix Varela, que pueden ser significativas en este contexto. Martí admira de Varela ciertamente su amor por su tierra y su gallardía en el denunciar lo que considera incompatible con el bien social “-dijo sin miedo lo que vio-”, pero, al mismo tiempo, resalta su mansedumbre, virtud esencial del gobernante, que debe guiar el diálogo social y político: “sin alocarse o apresurarse”, teniendo el “justo respeto” a nuestro interlocutor para poder llegar a una solución concordada», expresó su Santidad.
A continuación añadió: «Se trata, entonces, de mirar al pasado, de no renegar de nuestras raíces, que nos llevan a aprender de nuestros mayores, de la fe que los movió, de la coherencia de vida que esta fe les impuso, de esa entrega al pueblo que no es otra cosa que el mandato del Señor de amarnos como Él nos ha amado (cf. Jn 13,34-35). A partir de esas raíces, Martí afirma cómo la figura del Padre Varela es capaz de concitar voluntades para un esfuerzo común».
A renglón seguido Jorge Mario Bergoglio subrayó que «En ese escrito se habla de rendir homenaje al Padre Varela construyéndole un monumento. Es una actitud loable, pero más allá del dato histórico, nos haría bien a todos también reflexionar si efectivamente estos modelos son usados como ejemplo de valores o más bien bandera de intereses».
El mensaje del jefe de la Iglesia Católica concluyó de este modo: «Estimados delegados, en el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz de este año, retomaba esta idea crucial: durante la pandemia muchos héroes han dado muestra de la fe, de la esperanza, de la entrega generosa que nace del amor de Dios impreso en la naturaleza de cada hombre (cf. Gn 1,26.27).
«Ellos nos reclaman, como los próceres que hoy los convocan, a volver a poner la palabra “juntos” en el centro; en efecto, es juntos, en la fraternidad y la solidaridad, que podemos construir la paz, garantizar la justicia y superar los acontecimientos más dolorosos» (n. 3).
«Esta es la clave para recuperar el equilibrio que da nombre a vuestro encuentro, pues solo juntos podremos afrontar las diversas crisis morales, sociales, políticas y económicas que padecemos y que están todas interconectadas (cf. n. 5).
«Que estos deseos puedan ayudarles en los trabajos que emprenden para el bien de todos los hombres».
