El Valle de los Niños Perdidos
“El Valle de los Niños Perdidos”, es un relato triste y sentimental sobre un matrimonio que pierde a su único hijo, aparentemente, como consecuencia del tétanos luego de pincharse un dedo con una espina. Durante el entierro, aparece un misterioso anciano que pide decir una oración sobre la tumba, en la cual afirma que el niño se encontrará con su propia hija muerta en un lugar llamado El Valle de los Niños Perdidos. A través del anciano, William Hope Hodgson elabora una extensa metáfora de los cristianos que se acercan al reino de Dios como niños pequeños. La segunda parte de la historia nos sitúa veinte años después. El matrimonio que ha perdido a su hijo atraviesa toda clase de penurias económicas. A pesar de sus esfuerzos, han sido embargados y tienen que irse. La mujer, llorando sobre la tumba de su hijo que ahora debe dejar, se despide de él. Sin embargo, después de andar muchas millas, ella oye un canto; y otro más en la noche. De algún modo, la mujer viaja al Valle de los Niños Perdidos y ve a su hijo, y a otros, incontables niños que juegan en el Valle.