El Premio a la Innovación quedó en casa
Nuestro colectivo a la espera de conocer los resultados del certamen.Foto: Vicente Brito.
Con su luz y desde la ausencia, únicamente física, Borrego nos continúa espoleando. La evidencia, a mano: Escambray ganó el Premio a la Innovación que lleva el nombre de nuestro líder, concedido este miércoles en la clausura del IV Festival Nacional Virtual de Prensa Julio García Luis, bajo el auspicio de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC).
Nuestro proyecto Centro Experimental para el Desarrollo de la Comunicación Social: el camino hacia a la innovación se batió de tú a tú contra los restantes 27 presentados en el certamen, celebrado del 29 al 31 de enero, y obtuvo uno de los cinco Premios a la Innovación Juan Antonio Borrego, otorgados en igual de condiciones.
En el caso de Escambray, el jurado, presidido por la doctora en Ciencias de la Comunicación Ana Teresa Badía, le entregó el lauro “por presentar un proyecto integrador de transformación para el medio y concederle importancia a la innovación en la era de la convergencia mediática.
“Se premia, además, el alto sentido tanto creativo como ético, y la contribución al perfeccionamiento de su modelo de gestión editorial al articular servicios periodísticos y no periodísticos. Ha demostrado la importancia del papel del liderazgo para llevar adelante dicha transformación”, destacaron los expertos en el dictamen emitido.
Por tercera ocasión, el medio espirituano alcanza dicho reconocimiento, que desde la edición anterior lleva el nombre de Juan Antonio Borrego, director de Escambray por casi 24 años, fallecido el 4 de octubre de 2021.
En el IV Festival Nacional Virtual de la Prensa Julio García Luis también merecieron este galardón, correspondiente al 2023, Ideas Multimedios, el periódico Trabajadores, la Agencia Cubana de Noticias y la revista Juventud Técnica.
Tras su posposición en diciembre último, el evento tuvo lugar al compás de las repercusiones todavía frescas de los debates y acuerdos del XI Congreso de la UPEC, el cual sesionó inspirado en el precepto de Fidel de “Cambios sí, cambios revolucionarios”, y cuyos análisis estuvieron enfocados en impulsar las transformaciones editoriales, económicas, tecnológicas, de formación y superación de los recursos humanos del sistema de medios públicos, en la búsqueda de un nuevo modelo de prensa para el socialismo cubano.
