El Cobre: Santuario de la Virgen de la Caridad se prepara ante amenaza de Melissa

Ante la inminente llegada del huracán Melissa, ciclón de categoría 5 que amenaza con impactar con fuerza el oriente cubano, el Padre Rogelio, desde el Santuario Nacional de la Virgen de la Caridad en El Cobre, ha hecho un llamado a la oración, la solidaridad y la preparación.

En un mensaje dirigido vía WhatsApp a los “Amigos del Cobre”, el sacerdote agradeció las muestras de cercanía, oraciones y gestos de apoyo recibidos en estos momentos críticos. “Estamos a la espera de un acontecimiento que nos puede hacer mucho daño”, expresó, refiriéndose a la magnitud del fenómeno meteorológico que se aproxima en medio de una situación nacional ya compleja.

Afortunadamente, aseguró, “el santuario, la casa de la madre, gracias a Dios, está protegido y cuidado”. Las autoridades eclesiásticas han tomado todas las medidas necesarias para resguardar el templo, uno de los lugares de mayor devoción en Cuba. No obstante, su mayor preocupación recae en la población del oriente del país: “Es un huracán fuerte y nos viene llegando en momentos muy difíciles”.

Cobreros, fieles a su misión, garantizan el resguardo y protección a la imagen de la Virgen de la Caridad en El Cobre, Santiago de Cuba. Foto: Grupo «Amigos del Cobre» en WhatsApp.

El Padre Rogelio instó a mantenerse informados a través de los canales oficiales y, en particular, del grupo de WhatsApp “Amigos del Cobre”, que servirá como vía de actualización constante sobre la evolución de la situación. Asimismo, anticipó que el período posterior al paso del ciclón será “un momento triste”, en el que se requerirá de toda la ayuda posible.

“Ninguna ayuda es poca cuando se da de corazón”, subrayó, anunciando que, una vez que pase el huracán, se facilitarán mecanismos concretos para canalizar la asistencia. En ese sentido, informó que las estructuras de Cáritas en El Cobre ya están activadas y listas para intervenir, especialmente en lo relativo a la alimentación, que se prevé será la necesidad más urgente entre los damnificados.

Conmovido, el sacerdote concluyó su mensaje con una súplica espiritual: “Aquí estamos, en casa de la madre de todos los cubanos, de rodillas ante nuestro Señor, pidiendo que tenga misericordia de nosotros”. Y envió “una bendición a cada uno” de quienes, desde dentro y fuera del país, acompañan con fe y solidaridad al pueblo de El Cobre en esta hora de tensión.