El 510 de una ciudad que despierta

El 510 de una ciudad que despierta

Los meses pasan con una rapidez increíble y ya la ciudad espirituana está en la antesala de un nuevo cumpleaños. En este 2024 se celebra un aniversario cerrado, y por tanto se potencia el festejo.

Y aunque el 510 de la villa del Espíritu Santo ocupa titulares e informaciones desde hace algún tiempo, pienso que en los dos meses que restan para el 4 de junio se intensifiquen las acciones en aras de cumplir los compromisos previstos.

Y no porque sean “compromiso” debemos cumplirlos, sino porque la ciudad merece y necesita una mirada integradora en este y en todos los onomásticos. Las acciones constructivas que ya se anuncian durante todo el año, incluyen a varios sectores de la sociedad; por ejemplo, se renueva la escuela primaria, Julio Antonio Mella y se remozan otros centros educacionales ubicados en el centro histórico de la ciudad.

También este revuelo llega a consultorios del Médico y Enfermera de la Familia, al Hogar de ancianos del municipio y al de embarazadas, donde se mejora, además, la técnica para exámenes.

Y si algún sector destaca por sus incidencias es el de comunales, comprometido con la higiene y la imagen de esta cuarta villa cubana; por tanto, son ellos los encargados de dar mantenimiento a los parques, de hacer que las fuentes funciones, y también del emblemático puente sobre el Río Yayabo, que cada cierto tiempo pide a gritos que se le tenga en cuenta.

El sector del turismo, por su parte, activa ya sus dependencias en aras de devolver vitalidad a la conocida Paladar 19, a  la Taberna Yayabo y al antiguo bar Liana, sin descuidar otras unidades del municipio, a las que también se les “pasará la mano”.

Si a todo ello le sumamos la terminación del salón de Convenciones que asume la Oficina del Conservador, sin afectar los elementos coloniales existentes; la apertura del Centro de interpretación de la ciudad, que acoge la Maqueta; y el avance en la pintura y conservación de los inmuebles de la calle Independencia, entonces se nutre el programa constructivo por la celebración.

También dicha oficina desde inicios de año lanzó su Catálogo promocional que se dedica además de a la villa, al cumpleaños  110 del Coro de clave, a partir de audiovisuales que recrean esta y otras temáticas culturales.

Y precisamente la cultura tiene otro rol protagónico con actividades para todos los grupos poblacionales que formarán parte seguramente de la Jornada por el cumpleaños de la villa, la cual tendrá como acción principal la entrega de los Premios de la ciudad, cuya convocatoria se mantiene abierta, aunque no incita aún a los creadores.

Las condiciones económicas son complejas; no esperemos un agasajo a la altura del 500, pero con lo que se tiene en la mano y adaptando horarios, talentos y manos solidarias, se puede lograr que el onomástico sea de lujo; a partir sobre todo, de encadenamientos, muy de moda en estos tiempos.

El aniversario 510 de la villa espirituana es de muchas manos solidarias, es del Gobierno local como principal gestor, pero es de todos los organismos; en la medida que se agrupen y sumen propuestas, la celebración tomará un matiz más de jolgorio; la ciudad lo necesita y sus pobladores también.

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