De fiesta los circulos infantiles
La sonrisa de los niños y las niñas y hasta el llanto inunda cada amanecer la entrada de los 11 círculos infantiles que hoy tiene el municipio espirituano.
Allí están las educadoras, las auxiliares, las directivas, las enfermeras unidas por el amor que a diario les profesan a los más pequeños de casa, esos que cual tesoro de la familia aprenden, se educan y se relacionan con otros infantes. en un programa que surgió el 10 de abril de 1961 como regalo también de nuestra Revolución a las madres trabajadoras que construyen desde cada tarea el futuro también de sus hijos.
Con cuánta seguridad dejan a los pequeños en cada institución, confiados están todos de que las horas que allí pasarán estarán matizadas por canciones, juegos y alegrías.
En los círculos infantiles se dan los primeros pasos, se aprenden las palabras iniciales, los colores, las figuras, allí se preparan para la vida desde edades tempranas y se refuerzan hábitos que inician en los hogares como el saludo, los agradecimientos y la disciplina.
Son los círculos infantiles asideros de ternura y bondad, los juguetes en su mayoría confeccionados a partir del talento creador de sus trabajadores se convierten en motivo para despertar en los pequeñines el interés por oficios y profesiones como ser maestro, médicos, choferes, agricultores.
Cuántas veces caen al suelo o discuten con un amiguito, cuántos necesarios regaños porque hay horas para jugar pero, también para la alimentación y para el sueño.
Muchas madres o padres trabajadores en Sancti Spíritus no tienen hoy la posibilidad de que su pequeño se eduque en estas instituciones de la primera infancia porque la capacidad real está siempre muy distante de las necesidades, por eso surgen las “Casitas infantiles”, programa mediante el cual se apoya el cuidado de las nuevas generaciones.
Hoy los círculos infantiles están de fiesta. Los disfraces, la música y la alegría contagian a todos en casa. En esas instituciones de la educación se celebra un nuevo cumpleaños.
