Cuba proyecta un crecimiento del 1% del PIB para 2026
Sexto periodo ordinario de sesiones de la X legislatura. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
El ministro de Economía y Planificación, Joaquín Alonso Vázquez, informó que, bajo el precepto de manejar la crisis, mitigar los impactos de la guerra económica y lograr una gradual recuperación, el Plan de la Economía para 2026 reconoce las tensiones que continuarán impactando su ejecución, la necesidad de movilizar todas las reservas que puedan existir para incorporarlas, así como las potencialidades derivadas de las transformaciones que se llevan a cabo como parte del Programa de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía.
Al intervenir ante el sexto período de sesiones ordinarias de la Asamblea Nacional del Poder Popular, explicó que para el Plan 2026, a partir de que no es posible proyectar mayores gastos que los ingresos que se generan, se evaluaron variantes de ajustes en categorías claves para reducir el déficit a un nivel gestionable, entre otros principios.
El titular de Economía y Planificación argumentó que en 2025 la economía cubana continuó desempeñándose en un escenario de economía de guerra, en el que inciden efectos combinados y acumulados de un grupo de factores externos e internos.
“Los efectos nocivos del bloqueo económico, comercial y financiero recrudecido, se constatan más que nunca en todas las esferas de la economía y la sociedad cubanas”, denunció.
Recordó además que los limitados recursos financieros que el país ha podido disponer en este período se han concentrado en hacer frente a pagos priorizados, como los dedicados a los alimentos, los combustibles; el sostenimiento, recuperación y creación de nuevas capacidades en el Sistema Electroenergético Nacional; los medicamentos y la defensa y seguridad nacional. No obstante —agregó— ha sido extremadamente compleja su gestión operativa, pues han resultado insuficientes.
Comentó que aun en este complejo contexto, y mediante esquemas de autofinanciamiento en divisas, se ha priorizado el apoyo a los principales sectores generadores de ingresos futuros en divisas para el país.
Sobre las perspectivas para 2026, apuntó que la situación puede agravarse por las acciones del gobierno de Estados Unidos.
De acuerdo con el ministro del MEP, se presenta un plan para el 2026 que toma como base las evaluaciones y proyecciones del modelo global de la economía nacional, los estimados para el 2025, las directivas de gobierno previamente aprobadas por el Consejo de Ministros, y las propuestas presentadas por los organismos, grupos empresariales, gobiernos provinciales y demás entidades sujetas a planificación.
Explicó que como en años anteriores, las cifras presentadas por las entidades superan las capacidades reales de la economía, tanto para la industria, los alimentos, los portadores energéticos y otros insumos materiales. “Esto se debe a que no se habían ajustado plenamente las directivas de gobierno a las condiciones reales de economía de guerra en que nos desenvolvemos, proyectándose un déficit imposible de afrontar con las fuentes de ingreso previstas”.
Siguiendo el principio de que no es posible proyectar mayores gastos que los ingresos que genera la economía, el plan para el 2026 se elaboró a partir de un presupuesto ajustado. “Ante el precepto de manejar la crisis, mitigar los impactos de la guerra económica y lograr una gradual recuperación, el plan que se presenta reconoce las tensiones que continuarán impactando su ejecución”.
“Reconocemos que este no es el plan deseado, sino el posible en las condiciones actuales. Es un plan mínimo que requiere de un esfuerzo colectivo para materializarlo. Las nuevas potencialidades derivadas de las transformaciones que se llevan a cabo como parte del programa de gobierno deben también incorporarse en su desarrollo”, señaló el ministro.
Alonso Vázquez explicó que alineado con las prioridades definidas en el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social para el periodo 2026-2030, los objetivos del Programa de Gobierno y los resultados de su implementación, el plan de la economía para 2026 define un conjunto de objetivos priorizados de vital importancia para la recuperación económica y social del país.
- Continuar avanzando en la estabilización macroeconómica del país con acciones que contribuyan a la reducción paulatina de los desequilibrios existentes.
- Incrementar los ingresos externos en divisas del país.
- Aumentar la producción nacional, con énfasis en los alimentos y la sustitución de importaciones.
- Avanzar en la transformación integral de la empresa estatal socialista, con la participación efectiva e integración de los demás actores económicos.
- Consolidar el proceso de descentralización de competencias hacia los territorios, en función de una mayor autonomía.
- Asegurar el fortalecimiento de las capacidades de defensa y orden interior.
- Avanzar en el desarrollo de las políticas sociales, garantizando la reducción de desigualdades y la atención a las situaciones de vulnerabilidad.
- Recuperar de manera gradual las capacidades del sistema eléctrico nacional y acelerar la generación con fuentes renovables de energía.
- Incorporar los aportes necesarios de la ciencia, la tecnología, la innovación, la comunicación y la transformación digital para impulsar el desarrollo económico y social.
Bajo este escenario, se proyecta un plan de exportaciones totales de bienes y servicios por 9,969 millones de dólares, lo que supera en 1,122 millones al estimado para el año actual. Este crecimiento se basa en exportaciones de bienes por 2,530 millones y de servicios por 7,438 millones de dólares, cifras superiores a las estimadas para 2025 en 765 y 357 millones de dólares, respectivamente.
En el sector de servicios, los mayores aportes se concentran en los servicios médicos y el turístico. Para el turismo, se planifica la recepción de 2,200,000 visitantes, lo que representa un incremento del 15.8% respecto a la estimación para 2025.
Se consolida el funcionamiento de los esquemas de autofinanciamiento en divisas, los cuales permiten dinamizar las capacidades productivas y de servicios exportadores o que sustituyen importaciones, contribuyendo así al incremento proyectado de los ingresos en divisas. Estos esquemas, aprobados para lograr crecimientos en la producción, los servicios y la reducción de importaciones, operan con la autonomía requerida para su gestión y administración financiera, por lo que su contribución a la Caja Central debe ser creciente.
La implementación del nuevo mecanismo de gestión, control y asignación de divisas, la dolarización parcial aprobada, la transformación del mercado cambiario y otras medidas propician un incremento de los ingresos externos con efectos positivos en la balanza de pagos.
Para el ejercicio económico 2026 se requiere dar máxima prioridad a:
- La recuperación de los servicios turísticos y otros rubros exportables tradicionales.
- El incremento de ingresos por servicios profesionales.
- La atracción de un mayor volumen de inversión extranjera, remesas y financiamiento externo.
Asimismo, resulta imprescindible generar nuevos rubros exportables, agregar valor a los actuales y promover las exportaciones basadas en el conocimiento y la alta tecnología.
Las importaciones
Las principales importaciones se concentran en combustibles y alimentos. Este último rubro tiene un récord superior al estimado del año actual en 288 millones de dólares, destinados a los principales productos de la canasta familiar normada y otros destinos priorizados.
Los actores económicos no estatales proyectan exportaciones por alrededor de 40 millones de dólares e importaciones por unos 2,600 millones. Esta estructura comercial, que muestra un significativo déficit, debemos revertir con la mayor prioridad.
El ministro de Economía y Planificación señaló que es imprescindible avanzar en la transformación de la estructura de las importaciones, orientándola hacia materias primas e insumos para producir en el país, y reducir la importación de productos terminados para su comercialización directa en todos los sectores. Los encadenamientos productivos entre los diferentes actores constituyen un potencial con capacidades ilimitadas para el crecimiento económico, por lo que debemos priorizarlos.
Se promueven nuevos negocios y se realizan gestiones de financiamiento con socios estratégicos en áreas clave, lo que podría aportar fuentes de ingreso adicionales y niveles de actividad superiores a los previstos en esta propuesta de plan. También se asumirán nuevos retos asociados a la creciente hostilidad del gobierno norteamericano, los conflictos internacionales en curso y los impactos del cambio climático.
Se proyectan incrementos productivos en las principales producciones agropecuarias incorporadas en los balances territoriales de alimentos, las cuales se contratan en los municipios para los diferentes destinos. En los principales rubros alimentarios se planifican crecimientos en el arroz, los frijoles, el maíz, la leche fluida, los huevos, la carne de cerdo, las viandas, las hortalizas, entre otros.
Sin embargo, estos niveles, aunque superiores a los alcanzados en 2025, resultan insuficientes para cubrir la demanda de la economía y la población.
Se mantiene la tendencia alcista de los precios de importación de alimentos como el arroz, la leche en polvo, el trigo, entre otros. Los aportes de los balances territoriales de alimentos participarán en la alimentación del pueblo, aunque aún son insuficientes para cubrir la demanda total.
Alonso Vázquez comentó que incrementar las capacidades productivas en cada territorio y fomentar alternativas para recuperar mayores niveles de producción por todas las formas productivas continúan siendo elementos esenciales para la reactivación de la producción de alimentos. Igualmente, debe lograrse una mayor contratación y entrega efectiva a los destinos aprobados.
El sector azucarero proyecta una producción de 229,500 toneladas de azúcar crudo y de 15,000 toneladas de azúcar refino, lo que representa incrementos de 102,200 y 11,900 toneladas, respectivamente, con respecto a la zafra anterior. Para el año 2026 se planifica la exportación de unas 30,000 toneladas de azúcar.
Se proyecta un consumo de combustible de 7,547,000 toneladas equivalentes, superior en 1,253,000 toneladas a lo estimado para 2025.
El plan 2026 prevé incrementar las asignaciones a la economía y a la generación eléctrica, con el objetivo de ampliar las aplicaciones domésticas y contar con mayores capacidades productivas.
Enfatizó en que el sostenimiento del sistema electroenergético nacional sigue siendo una prioridad para el desarrollo del país, en línea con el programa de gobierno aprobado para su recuperación. La generación por el Sistema Eléctrico Nacional será de 18,606 GWh, superior en 2,688 GWh al estimado inicial.
Alonso Vázquez subrayó que el plan 2026 muestra un mejor resultado en las fuentes renovables de energía, a partir de las inversiones ejecutadas, proyectando una generación con energía limpia de 2,461 GWh. Así, la participación de estas fuentes en la matriz energética crecería hasta el 13% en el primer año.
“Es imprescindible para la economía y para la población reforzar las medidas que incentiven el control, el ahorro y un consumo más racional y equitativo de la energía, tanto por parte de todos los actores económicos como de la población”.
Agregó que para 2026 se proyecta un mayor aprovechamiento de las capacidades industriales, teniendo en cuenta un mejor uso de la disponibilidad tecnológica instalada y los resultados de la implementación de esquemas de autofinanciamiento en este sector, fomentando el encadenamiento entre todos los actores económicos.
Sobre la actividad de transporte, señaló que se proyecta con una gradual recuperación. La carga a transportar para el 2026 asciende a 30,450,000 toneladas, lo que representa un incremento del 31% con relación al año actual. El volumen de pasajeros a transportar asciende a 923,635,000, superior en 67,400 al estimado para este año. En este resultado participan todos los actores de la economía.
Con los niveles de actividad proyectados, la circulación mercantil minorista de bienes y servicios planificada asciende a 252,679 millones de pesos, lo que representa un crecimiento de solo el 1.3% respecto a 2025. Este resultado debe potenciarse durante la ejecución del ejercicio económico 2026, fundamentalmente mediante ofertas de bienes y servicios en moneda nacional.
El sistema empresarial
Sexto periodo ordinario de sesiones de la X legislatura. Foto: Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
En el sistema empresarial estatal se proyecta un incremento de las ventas netas de 151,085 millones de pesos, con una rentabilidad promedio de 15 centavos por peso de venta (similar al estimado al cierre de 2021). Estos indicadores aportarían utilidades antes de impuestos por unos 249,000 millones de pesos. Asimismo, se proyecta un crecimiento del salario medio en correspondencia con el incremento de la productividad.
Durante el 2026 se continuará fomentando el desarrollo de empresas estatales de base tecnológica y la concepción de nuevos modelos de negocio entre empresas estatales y no estatales, incluyendo la posibilidad de crear empresas mixtas que contribuyan al crecimiento económico del país.
El plan de inversiones prevé un presupuesto total de 173,662 millones de pesos. Las inversiones en los sectores priorizados de la economía representan el 67% del total, concentrándose cerca del 95% en proyectos de continuidad. Las inversiones financiadas por el presupuesto del Estado ascienden a 57,922 millones de pesos, cifra superior en 1,992 millones al estimado anterior, con énfasis en la esfera social, las fuentes renovables de energía, el agua, entre otros.
La mayor parte de las inversiones de la economía se concentra en programas del sector de la producción de alimentos, que incluyen los proyectos de riego, los forestales, los apícolas y los ganaderos. Continúa la modernización y la terminación de las fábricas de cemento de Moncada y de Nuevitas. Asimismo, se destinan inversiones al sostenimiento del sistema energético nacional y las plantas térmicas, así como a nuevas capacidades y fuentes renovables de energía.
Otros programas clave incluyen el desarrollo turístico e inversiones de continuidad para terminar instalaciones hoteleras; la inversión en el programa de inclusión energética, con cambios de matriz en el bombeo de agua, la reposición de equipos, redes de acueducto y alcantarillado, y la instalación de medidores; la terminación de 5,370 viviendas en el sector estatal y el inicio de la construcción de otras 3,790; e inversiones en los sectores de la biotecnología y la salud pública, así como en la producción de biofertilizantes, fertilizantes y productos para la alimentación.
También continúan las inversiones asociadas a la producción nacional, dirigidas a la reparación de aeronaves, la capacitación de técnicos y especialistas, las comunicaciones, la base de supertanqueros, la reparación de tanques de combustible en los territorios, y el equipamiento tecnológico, entre otras obras de menor envergadura.
El presupuesto social se respalda en los niveles previstos y corresponde a las posibilidades del seguro social, las prioridades del cuadro básico de medicamentos y otros productos destinados al Sistema Nacional de Salud, en niveles superiores a los estimados en 2019. También se destina a la implementación de la política de dinámica demográfica, al plan económico y a la atención de personas, familias, hogares y comunidades en situación de vulnerabilidad.
Se prevé concluir en el primer semestre del año el traspaso hacia los municipios de las facultades previstas para su aprobación, lo que no implica ni un municipio más ni menos en la estructura del Instituto Nacional de Actores Económicos No Estatales.
Estabilización macroeconómica
El ministro del MEP señaló que durante 2026, las prioridades de la estabilización macroeconómica estarán centradas principalmente en: la reducción del déficit fiscal, la captación del exceso de circulante monetario, la reactivación del mercado cambiario y la implementación del nuevo mecanismo de gestión, control y asignación de divisas. ¨Estas son cuestiones que impactan de manera decisiva en la recuperación económica, la reducción de la inflación y el aumento del poder adquisitivo de salarios y pensiones¨.
La productividad media del trabajo en la economía se proyecta en 12,382 pesos, un 1% superior a la estimada para 2025. Se planifica un salario medio total de 7,091 pesos, superior en un 6% al del año 2025. En este resultado inciden las medidas para estimular la incorporación y permanencia de la fuerza de trabajo en sectores como el turismo, el eléctrico nacional y otras actividades productivas.
En función de los balances macroeconómicos, la dinámica estructural del año actual y los impactos externos, se proyecta una tasa de inversión en el entorno del 10% para 2026, lo que supone una reducción de 5 puntos porcentuales respecto al cierre estimado de 2025.
En este contexto, se planifica un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) a precios constantes en el entorno del 1%. “Este crecimiento se sustenta principalmente en las proyecciones de recuperación del turismo y las entidades exportadoras, la reanimación de actividades productivas y de servicios, y el funcionamiento de los esquemas de autofinanciamiento aprobados, entre otros factores. Para lograr este discreto crecimiento, será crucial la implementación de las medidas contenidas en el programa de gobierno”, subrayó Alonso Vázquez.
Explicó que las medidas gubernamentales están encaminadas a incrementar los niveles productivos y los ingresos en divisas al país, lo que permitirá respaldar niveles de producción y servicios superiores a los proyectados en este plan.
Asimismo, es vital avanzar en la recuperación del sistema electroenergético nacional, mejorar la estabilidad del balance de combustibles, e incrementar las producciones agropecuarias, manufactureras y de servicios.
Es fundamental alcanzar un mejor desempeño del sistema empresarial, buscando maximizar sus efectos positivos y multiplicadores para el resto de la economía. Cada sector, actor económico y nivel de dirección deberá jugar el papel que le corresponde para el cumplimiento del plan, maximizando los resultados, gestionando sus recursos, innovando, evaluando sistemáticamente las potencialidades e incorporando reservas con la activa participación de los colectivos laborales, agregó.
Alonso Vázquez afirmó que el Ministerio de Economía y Planificación, como conductor del plan, realizará las transformaciones que correspondan, con una visión más estratégica y un mayor control del cumplimiento de las obligaciones de los sujetos de planificación con la Caja Central y sus aportes al crecimiento económico.
“El año 2026 persistirá como un escenario complejo para la economía cubana, con amenazas, tensiones y riesgos que debemos ser capaces de sortear con nuestros propios esfuerzos, los recursos disponibles, las reservas que debemos movilizar y las oportunidades que debemos identificar y gestionar”, dijo.
Comisión Económica califica de “mínimo” el plan para 2026 y exige seguimiento riguroso
La Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular, presidida por Félix Martínez Suárez, y con la participación de otras comisiones parlamentarias, analizó el plan de la economía y el presupuesto estatal para el año 2026. El dictamen reconoce que la situación económica nacional es extremadamente adversa, agravada fundamentalmente por el bloqueo del gobierno de los Estados Unidos y la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo.
No obstante, la Comisión realizó una evaluación crítica de los documentos presentados. Señaló que el plan económico, partiendo de un crecimiento del PIB de solo el 1%, “en nada mejora la situación actual” y deja una brecha del 15% respecto al nivel de 2019. Criticó que las propuestas “no expresan las transformaciones que se requieren para revertir” la crisis, y manifestó su insatisfacción por la falta de especificidad en las cifras de inversión para sectores clave como el turismo y la producción de alimentos.
El informe destaca una serie de problemas estructurales no resueltos. Advirtió que la empresa estatal socialista “no acaba de transformar su accionar” y sigue recibiendo financiamiento para cubrir pérdidas, mientras que las producciones agropecuarias, aunque crecen, “parten de un nivel muy bajo, por lo que no satisfacen las necesidades de la población”.
Asimismo, alertó sobre el deterioro continuo de los servicios básicos, como la salud, y la falta de avance en la implementación del principio de subsidiar a las personas y no a los productos. La Comisión concluyó que esta combinación de factores, unida a la crisis energética, hídrica y epidemiológica, “hace muy difícil la vida de nuestro pueblo”, reconociendo que “nos encontramos en recesión económica”.
Respecto al presupuesto, la Comisión identificó aspectos positivos, como el crecimiento previsto del 8% en los ingresos, sustentado en un mayor control fiscal, y el hecho de que el 66% del gasto se destine a programas y servicios sociales básicos, lo cual calificó como una expresión del “talante social y de principio de la Revolución cubana”.
También valoró la medida que permite a los municipios retener el 50% de la Contribución Territorial para su desarrollo. Sin embargo, criticó deficiencias en el proceso de elaboración, señalando la preocupación de los delegados por la entrega tardía de directivas, lo que afectó la calidad del análisis a nivel municipal.
Con base en este examen y alineándose con las directivas del recién concluido Pleno del Comité Central del Partido, la Comisión propone a la Asamblea Nacional la aprobación del plan y el presupuesto, pero con el concepto explícito de que constituyen un “mínimo” que debe ser superado.
Además, presentó una serie de acuerdos para garantizar un seguimiento riguroso, entre los que se incluyen: la evaluación de reservas productivas en el primer trimestre para incrementar el plan; el informe periódico al Consejo de Estado sobre su ejecución, priorizando los problemas señalados; la revisión y reducción progresiva del financiamiento a empresas con pérdidas; y el fortalecimiento del control por parte de las comisiones parlamentarias y las asambleas municipales, a las que se les debería facultar para ajustar sus presupuestos trimestralmente.
Las comisiones de Asuntos Económicos y de Asuntos Constitucionales y Jurídicos dictaminaron que el proyecto de ley del presupuesto para 2026 “guarda la debida correspondencia con la Constitución de la República y el ordenamiento legal de la nación” y, en consecuencia, proponen su aprobación a la Asamblea Nacional.
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