Cuando el cielo azul se transformó en pañoletas
Hoy fue el día en el que el cielo azul bajo y transformado en pañoletas, se anudó en el cuello de niños y niñas de primer grado, que se inician como pioneros moncadistas.
Y fue una jornada distinta, matizada por alegrías, por esa compañía extraordinaria de padres, abuelos, hermanos, en cada escuela, a la espera del suceso.
Hubo cantos, música, danza, hubo memoria eterna para un Ché siempre presente.
Más allá de la tradición, suele ser una jornada donde el estado de ánimo de todas las familias, de los maestros, se alimenta.