Cotidianidad al estilo de Trinidad

Con su esbeltez, que abriga un ir y venir distintivo por cada uno de sus escenarios, Trinidad regala postales cotidianas que atrapan, por sus peculiaridades.
Es un embrujo que encierra los destellos patrimoniales, las peculiaridades de una urbe que enseña sus rostros en cada despertar, que invita.
Entre sus añejas calles, sus rejas, sus rostros, es la Trinidad de Cuba, la ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, la Museo del mar Caribe, un destino que siempre ofrece miradas para agarrar desde el viso y el disparador de la cámara, para revelarlas.

En sus espacios, la gente disfruta de Trinidad. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
La comercialización, una distinción de Trinidad. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
Trinidad provoca escenas exclusivas. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
Así también se revela la cotidianidad de Trinidad. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
Manos de hadas hacen de la tradición un motivo exclusivo de Trinidad. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
Las joyas patrimoniales como la torre del Museo Nacional de Lucha Contra Bandidos, en lo que fuera el Convento de San Francisco de Asís, un regalo de Trinidad. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
Escena común y distintiva de Trinidad. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
Fotorreportajes , Ciudad museo del Mar Caribe, Ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, Trinidad