Cabaiguán 2025: de sus avances y desafíos

Ha sido el 2025 un año especialmente duro, cuyas complejidades constantemente han devenido en retos con los que los cabaiguanenses hemos tenido que lidiar y a los que nos hemos visto obligados a esquivar o a derribar indistintamente. No siempre hemos alcanzado los objetivos deseados, pero la lección aprendida ha significado siempre un pilar fundamental para que el próximo paso sea más firme, más sostenido… más largo.

En Cabaiguán vive mucha de esa gente que está dispuesta a revertir esa realidad, a construir su historia y a desterrar la apatía, la falta de compromiso y el desaliento. Si no, no hubiera sido posible cumplir los planes de circulación mercantil, mayorista y minorista, los planes de siembra de cultivos varios y de producción de viandas, hortalizas y los frutales, así como de condimentos frescos y plantas medicinales.

La empresa de Tabaco Torcido, uno de los principales rubros exportables de la región logra este año sobrecumplir sus compromisos y aportar al desarrollo de la economía personal y familiar de no pocos cabaiguanenses, así como del municipio. El plan de acopio de la hoja también se cumplió y el inicio de esta campaña anuncia resultados favorables para uno de los cultivos más importantes de la región.

Durante el 2025 también se logró impulsar el  Programa de los cultivos rústicos, por la importancia que reviste para la alimentación de los habitantes de este territorio y de otros a los cuales aportamos “pensando siempre como país” y en el caso del programa de la Vivienda, aunque no se logró la materialización de las células básicas habitacionales comprometidas, de manera general se logra mejorar el fondo habitacional de la demarcación, a pesar de las persistentes limitaciones de recursos materiales. Casi al cierre se recibió un financiamiento que servirá para beneficiar a cuatro madres con tres o más hijos, demostrando que esta sigue siendo una obra de infinito amor, aunque los odiadores se empeñan en demostrar lo contrario.

Así mismo, aunque en el sector de la Educación, la cobertura apenas rebasa el 70%, a ningún niño, adolescente o joven cabaiguanense le ha faltado un maestro en su aula, aunque para lograrlo se hayan tenido que asumir alternativas como la de contratos por horas/clases o la reincorporación de nuestros queridos jubilados, cuyos valiosísimos aportes han sido determinantes en el éxito del proceso docente educativo. Proceso enriquecido además a partir de los beneficios del tercer perfeccionamiento por el que transita el sector.

Este año, tres menores de un año han fallecido en Cabaiguán, pero bastan para la permanente insatisfacción, pues si algún sector ha sido cruelmente golpeado por la escasez de insumos y medicamentos ha sido este… y ya sabemos lo que significa un desenlace fatal para una familia en casos como el anteriormente mencionado.

No obstante, y a pesar de todas las campañas de descrédito orquestadas por los odiadores, se incrementan las consultas médicas por Atención Primaria de Salud, los terrenos y los ingresos domiciliarios, todo lo cual es muestra fehaciente de la confianza de nuestra población en los profesionales de la salud, en sus médicos, en sus enfermeras y en sus instituciones. La atención al adulto mayor constituye también prioridad en este, uno de los tres municipios más envejecidos de Cuba.

La última etapa ha sido especialmente compleja para la población y para el personal sanitario de este territorio. La circulación de varias arbovirosis han puesto en jaque la salud de los cabaiguanenses y a prueba la capacidad de respuesta de nuestro sistema de salud: dengue, chikungunya, oropouche, zika son algunas de las cuales exigieron integrar esfuerzos, combinar recursos, adaptar estrategias para comenzar a revertir la situación. Nuestra gente tiene que dejar de enfermar y en ese empeño la UNIDAD ha sido un factor determinante.

La transformación de comunidades en situación de vulnerabilidad exigió la erogación de poco más de 6 millones de pesos para la solución de caminos y viales, rescate de entidades prestadoras de servicios como talleres, bodegas y consultorios del médico de la familia, cambio de mobiliario en entidades estatales, solución a zonas de bajos voltajes y  alumbrados públicos, y la entrega de recursos a las familias más vulnerables por solo mencionar algunos ejemplos. Aún con deudas pendientes por esa constante insatisfacción que tiene que caracterizar a todo revolucionario, debemos reconocer que son estos, lugares donde hoy se vive mejor que cuando comenzó este año.

Y si de mejorar la vida de la gente aquí se trata, no se puede dejar de mencionar la incorporación del servicio de ECOMÓVILES en la cabecera municipal, una de las acciones de más alto impacto social durante la última etapa aquí. Esto, además de la inauguración de un parque solar fotovoltaico que aporta 21.87MW/h al sistema electroenergético nacional y que exigió de los cabaiguanenses y sus aliados un esfuerzo extraordinario en aras de recuperar uno de los servicios más deprimidos que tenemos hoy y que sufrimos todos, sin excepción y al país la disposición de más de mil 200 millones de pesos en ambas monedas.

Solo en Cabaiguán, el Estado Cubano dispuso más de 20 millones de pesos para la atención al sector social, de los cuales alrededor de 6 millones se invirtieron en subsidios de materiales y cerca de dos millones en la dinámica demográfica. Más de 500 núcleos fueron beneficiados. Quizás para otra nación la cifra carezca de significación. En el caso nuestro, para un país asediado, bloqueado y constantemente perseguido por sus enemigos, deviene argumento indiscutible que sustenta la voluntad humanista de su Gobierno. A ello sumémosle que a partir de un grupo de medidas adoptadas por el Estado en Junio pasado, más de diez mil pensionados y jubilados, recibieron un incremento en sus pensiones y a la cifra anterior hubo que sumarle poco más de trece millones de pesos.

El número de multas impuestas durante el período crece en más de seiscientas con respecto al 2024, lo cual tiene una incidencia directa en los resultados que en materia de enfrentamiento a las indisciplinas, los delitos y las ilegalidades muestra hoy el municipio.

Por otra parte, respondiendo a un viejo anhelo de los cabaiguanenses y como muestra de que sí se pueden lograr metas superiores siempre que hagamos cosas diferentes y el empeño que le pongamos sea extraordinario, en el último trimestre, Cabaiguán logró ubicarse entre los municipios espirituanos que son superavitarios, que es lo mismo que decir que ingresa más de lo que gasta, y eso no es otra cosa que aportar al desarrollo económico de la región y del país.

A pesar de todo lo aquí mencionado, por razones objetivas, (concentradas fundamentalmente en escasez de combustibles, recursos materiales y humanos, los efectos del Bloqueo, las plagas y el proceso migratorio, así como la creciente inflación) y otras en el orden de lo subjetivo (y que van desde nuestras propias deficiencias, hasta el constante asedio y agresión mediática a la que es sometida la Revolución), Cabaiguán mantiene no pocas deudas con su gente.

Aquí no se alcanzaron las cifras previstas en lo que a producción lechera y de carne vacuna se refiere, crecieron los delitos contra el ganado, no se cumplieron los planes de ventas netas y las utilidades, el de producción de líquido asfáltico para su exportación ni el de aceite dieléctrico para transformadores. Tampoco se llegó a lo planificado en materia de transportación y cargas.

No se logra estabilizar un ciclo de recogida de desechos sólidos y el galopante incremento de los precios de los alimentos y los productos de primera necesidad mantienen en jaque los exiguos salarios y prácticamente vacíos los bolsillos del pueblo trabajador.

Precisamente en estos últimos tres párrafos pudieran resumirse las proyecciones para el inminente 2026.

En Cabaiguán se pretende que el año del centenario del natalicio del Comandante en Jefe se convierta en el período en el que demostremos que a cada problema se le podía encontrar e implementar una solución, que cada limitación se convirtió en un motivo para crear y que cada amenaza ha sido una razón para unirnos más.