Bajo el cielo espirituano, Lidis Lamorú regaló luz y corazón a los más pequeños

La tarde de este lunes 21 de octubre, el parque Serafín Sánchez se vistió de alegría, ternura y música cuando Lidis Lamorú, con 32 años de vida artística consagrados a la infancia, ofreció un entrañable espectáculo al aire libre en homenaje a su carrera.

Con su guitarra en mano, las claves al ritmo del juego y la voz cargada de emoción, la cantautora desplegó lo mejor de su repertorio infantil en una puesta en escena titulada Luz y Corazón —nombre que también lleva su más reciente producción discográfica—, en la que cada canción fue un abrazo sonoro para niños, familias y educadores reunidos en el corazón de la ciudad cabecera provincial.

Rodeada de niños, regaló Luz y corazón a todos los presentes frente a la Biblioteca Provincial Rubén Martínez Villena. Foto: Dileán Sousa

Con la sensible dirección artística de Yoel Martín Montero, Lidis tejió una tarde donde lo lúdico y lo pedagógico se fundieron con naturalidad. Entre onomatopeyas, moralejas y juegos de roles, el público —desde la primera infancia hasta los abuelos— cantó, bailó y soñó colectivamente, recordando que “la familia es la primera escuela” y que “todo se puede cuando se hace con amor”.

La presentación, concebida como un regalo para el pueblo espirituano tras una gira que recorrió varios municipios de la provincia, fue también un homenaje a los colectivos artísticos aficionados que han sostenido su obra durante décadas. “El aplauso del pueblo es la mayor recompensa”, confesó emocionada Lamorú, mientras los niños coreaban sus canciones con la espontaneidad que solo ellos poseen.

Bajo la luz dorada del atardecer, en un parque que pareció convertirse en un gran patio de juegos, Lidis Lamorú volvió a demostrar que su legado no está solo en los discos o los videos animados —doce álbumes y 24 producciones audiovisuales—, sino en cada sonrisa encendida, en cada gesto de complicidad entre padres e hijos, en cada semilla de cultura sembrada con transparencia y fe.

Porque, como ella misma dice: “No somos lo que decimos, somos lo que hacemos”. Y aquella tarde, hizo arte con el alma.