¿A qué tienen derecho los niños en Cuba?
En la Cuba de hoy, donde el ser humano es el centro de la obra revolucionaria, los niños ocupan un lugar privilegiado. Desde el triunfo de enero de 1959, el Estado ha consagrado su compromiso con la infancia, al garantizar derechos fundamentales que permiten el desarrollo pleno de las nuevas generaciones.
Radio Sancti Spíritus compendia cinco de estos derechos, pilares de la política social cubana y expresión viva de la voluntad de justicia que anima al proyecto socialista.
1. SALUD GRATUITA Y UNIVERSAL
Uno de los logros más emblemáticos de la Revolución es el acceso universal y gratuito a la salud. En Cuba, desde el nacimiento, los infantes reciben atención médica especializada, vacunas, seguimiento pediátrico y acceso a hospitales y clínicas en todo el país. El Programa Nacional de Atención Materno Infantil (PAMI) y el sistema de vacunación, que ha erradicado enfermedades como la poliomielitis, son ejemplos palpables de este derecho. Cuba ostenta indicadores de salud infantil comparables con países desarrollados, fruto de una política que pone la vida por encima de cualquier interés económico.
2. EDUCACIÓN GRATUITA, INCLUSIVA Y DE CALIDAD
La educación en Cuba es un derecho garantizado desde la primera infancia. Los círculos infantiles, las escuelas primarias y secundarias, así como los programas de enseñanza especial, aseguran que cada niño reciba formación integral, sin discriminación alguna. La gratuidad de la enseñanza, el acceso a bibliotecas y tecnologías, y la preparación de maestros comprometidos con la pedagogía revolucionaria, hacen de la educación cubana un modelo de equidad. Además, se promueve la formación en valores patrióticos, éticos y humanistas, esenciales para la construcción de una sociedad más justa.
3. PROTECCIÓN FAMILIAR Y SOCIAL
El Código de las Familias, aprobado en 2022, refuerza el derecho de los niños a crecer en un entorno afectivo, seguro y respetuoso. La ley reconoce la responsabilidad compartida de padres, madres, abuelos y tutores en la crianza, y establece mecanismos para proteger a los menores ante situaciones de violencia, negligencia o abandono. Asimismo, el Estado cubano garantiza asistencia social a familias vulnerables, y asegura que ningún niño quede desamparado. La red de trabajadores sociales, psicólogos y educadores comunitarios contribuye a que cada niño reciba el cuidado que merece.
4. DESARROLLO CULTURAL Y RECREATIVO
Los infantes cubanos acceden a talleres de arte, música, danza, teatro y literatura en escuelas, casas de cultura y proyectos comunitarios. La televisión, el cine y la radio ofrecen contenidos educativos y recreativos pensados para su edad. Eventos como el Festival de la Canción Infantil, la Feria Internacional del Libro y el proyecto La Colmenita son espacios donde la creatividad infantil florece. El juego, el deporte y el esparcimiento también son promovidos como parte esencial del desarrollo físico y emocional.
5. SER ESCUCHADOS Y PARTICIPAR
La Revolución ha enseñado que los niños no son solo receptores de derechos, sino también sujetos activos. En Cuba, los pioneros participan en asambleas escolares, actividades comunitarias y espacios de opinión. Se les enseña a expresar sus ideas, defender sus valores y contribuir al bienestar colectivo. El respeto a su voz y su pensamiento es parte de la formación ciudadana que promueve el sistema educativo.
En Cuba, los derechos de los niños no son promesas, sino realidades construidas día a día por un Estado que los protege, una sociedad que los respeta y abraza.
Fuentes: Revista Somos Jóvenes, Periódico Escambray, Cubadebate
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