Por un desarrollo ganadero territorial sostenible

Por un desarrollo ganadero territorial sostenible Fotos: Raúl García Álvarez, Prensa Latina

Poca fortuna ha tenido la ganadería vacuna, a pesar de lo mucho logrado por la vinculación del país en otros tiempo al CAME; según la ponencia del doctor Giraldo Martín Martín, investigador de la Estación Experimental Indio Hatuey, de Matanzas, en casi medio siglo se acumularon problemas muy graves para el desarrollo: la masa vacuna decreciente desde 1967, las vacas a ordeñar desde 1986, y la producción de carne, desde 1975.

Como se aprecia, resultaron poco efectivas las políticas trazadas por el Estado para recuperar un frente tan decisivo para alimentar mejor a los cubanos, por problemas tales como el exceso de controles desde todos los niveles de dirección, que no han aportado crecimientos, mienttas el déficit productivo ha provocado grandes necesidades y un mercado seguro que ha condicionado la estimulación permanente del hurto y sacrificio ilegal.

Todavía la borocracia se levanta para que los propietarios con resultsdos económicos puedan acceder al sacrificio legal de ganado.

El Estado durante muchos años ha subdiado con enorme financiamiento las importaciones de alimentos para la especie porcina, dependiente de comida del exterior, a diferencia de la raza vacuna, la más sostenible, con una dieta que descansa en pastos y forrajes y no compite con lo que comemos los seres humanos.

Pienso que si no se corrige este mal proceder se prolongará por mucho tiempo en la nación la necesidad de tener en la mesa más y mejor proteína.

Giraldo Martín demuestra el envejecimiento de los actuales sistemas de gestión, simplemente porque no han contribuido al incremento de la producción de leche y carne vacuna.

Las estadísticas muestran un descenso en estos indicadores, mucho mayor a partir del 2018. Solo la carne ha dado algún signo de recuperación en los años 2021 y 2022, pero insuficientes.

Esta depresión la articula el destacado científico con las potencialidades que puede empujar el municipio a tono con la marcha de la Ley de Soberanía Alimentaria y como parte de los sistemas alimentarios locales con el encargo de organizar todas las capacidades estatales y privadas para hacer realidad el autoabastecimiento.

Giraldo Martín propone evaluar las reservas y potencialidades territoriales de leche y carne vacuna y al respecto recomienda la misión de alcanzar la demanda para los niños y dietas médicas, avanzar para satisfacer las necesidades de los menores hasta los 13 años, para, en un tercer paso, lograr la distribución liberada de leche y carne vacuna, en función de lo cual deben organizarse los sistemas de gestión territorial bajo el principio de cadenas de valores de todas las capacidades productivas, la transformación y comercialización para cubrir las distintas demandas y para la venta en divisas en frontera con parte de la producción que aportará financiamiento en el avance hacia el desarrollo de la rama, esencialmente el eslabón primario, que debe ser el más beneficiado.

En este movimiento es necesario que, bajo la guía de los gobiernos locales, se organicen grupos de asesores para potenciar una ganadería sostenible y una participación consciente de los protagonistas en aras de cumplir sus misiones.

Este redactor añade la urgencia de sacar del camino los excesos con las trabas burocráticas, así como encontrar nuevas y más efectivas medidas para detener el hurto y sacrificio ilegal de ganado mayor, una amenaza grande para la permanencia de los campesinos en la tierra. Tantos años de prohibiciones no han dado más carne ni leche. Adelante entonces para intentar mejorar la alimentación del pueblo y las condiciones de vida en el campo.

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Noticia,  Economía

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