El español bien merece una apuesta
Fue el castellano el más fiel y flexible instrumento, lo mismo para un discurso de Don Quijote que para ensartar los graciosos refranes de Sancho Panza.
Del Hidalgo y el escudero jamás escucharon improperios, ni aun cuando el primero desafiaba los molinos de viento por gigantes, o el segundo le insistía poner los pies sobre la tierra.
Nunca descuidados en el hablar, aunque uno más culto que el otro.
Así los construyó Cervantes.
Además de la justicia, los buenos modales y la fidelidad, el escritor puso en el verbo de sus protagonistas los aires renovadores del español, idioma que en la etapa renacentista se afianzaba como lengua nacional.
Trasciende por eso el ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, como la novela de todos los tiempos, y su autor como el padre de la lengua castellana.
Giros lingüísticos necesarios, vocablos novedosos, exaltación del buen gusto, fueron entre otros aportes del Manco de Lepanto.
El Español es la segunda lengua más hablada del mundo por el número de personas que la tienen como materna.
Es también idioma oficial en varias de las principales organizaciones político-económicas internacionales.
Más de 450 millones de personas, si contamos quienes lo han aprendido como lengua extranjera, se valen del idioma de Cervantes.
Hablar bien es asunto diario, aunque cada 23 de abril la competencia comunicativa apuesta por la exquisitez.
Es el mejor homenaje a Miguel de Cervantes Saavedra, quien falleciera en esa fecha, pero del año 1616.
Aprovechemos la efeméride para proponer consejos.
No apeles a la chavacanería en el aula para ocultar tu incapacidad como individuo.
Somos cubanos, hispanohablantes, lo popular es válido, lo vulgar no.
Nada de extranjerismos, son innecesarios.
No happy, mejor feliz.
No brother, hermano, sirve más.
Flexibiliza el habla en casa, entre amigos, pero nunca abras el camino a la obscenidad.
Y una última recomendación que puede resumir otras, habla sin faltas de ortografía.
Recuerda, en el modo de expresarnos está nuestra elegancia como humanos.
Son tiempos modernos, caballeros andantes y escuderos marcaron la historia.
Las lecciones de Don Quijote y Sancho siguen en pie.
Es un gusto hablar español. Lo defiendo a capa y espada. A ustedes les invito a que lo hagan también.