Doctor Maniel López: ¿La Pediatría? Mi vida
Doctor Maniel López en una de sus consultas.
Imposible recordar tantos nombres y rostros, pero son muchos los niños a quienes sana su dedicación sin límites.
«La pediatría para el Dr. Maniel es lo primordial, es una cosa que por amor la siento, la vivo y la disfruto.»
El Dr. Maniel López Trejo no se imagina sin la bata blanca. Ser médico y además pediatra en el municipio espirituano de Trinidad, definen su desvelo, la preparación constante, la exigencia y la ética, virtudes que lo distinguen en sus 24 años de ejercicio profesional.
De Sagua la Grande, graduado del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Villa Clara en 1996, el Dr. Maniel encontró en Trinidad todas las oportunidades para encauzar sus aspiraciones personales y profesionales.
«Soy papá de dos niños, que los dos estudian medicina, ya uno es médico y otro estudia medicina. Y esta ciudad es lo que realmente me ha hecho sentirme como yo me siento, con el trabajo y con la sociedad. Bueno, en el Servicio Pediatría, el año que terminó, terminamos con cero mortalidad infantil. Propiamente en el servicio nos enfrentamos a emergencias graves durante todo el año, con un número importante de casos, con resultados satisfactorios. Todos los meses hay actualizaciones de protocolos, de actuaciones, acorde a los estándares que se hacen en el mundo y que se hacen en la provincia.»
En sus múltiples responsabilidades como profesor asistente, diplomado en terapia intensiva pediátrica y jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Tomás Carrera Galeano, le acompañan siempre el optimismo y un sentido del humor que contagian y salvan también.
«A los 50 años tuve, la vida no me premió y tuve un infarto… Me recuperé y comencé mi vida laboral normal, inclusive haciendo guardias y todo lo que hay que hacer. Guardias un poco tensas, un poco, pero ahí nos hemos ido incorporando. Ya son más de cinco años después de ese infarto, pero me siento bien, me siento bien y voy a estar hasta que pueda. Ese es el reto que todo médico tiene y los pediatras mucho más. Para eso trabajamos, para eso estudiamos y ese es el resultado De ese trabajo, eso no tiene comparación cuando un familiar te dice, gracias médico, gracias por actuar como actuaste, gracias por tener ese resultado. Ese es el premio al trabajo.»
