El Fénix, precursor de la “espirituanidad”
Bien entrado el siglo XIX, cuando en La Habana ya hacía 70 años que circulaban publicaciones seriadas y la imprenta era un artefacto con siglos de evolución en Europa, el 3 de marzo de 1834 vio la luz el que pasaría a la posteridad como el primer periódico de Sancti Spíritus y el más icónico de su etapa colonial: El Fénix.
Hasta el mismísimo Capitán General de la isla, Miguel Tacón, había dado su conformidad con el proyecto y, una vez consultado el brigadier José Coppinger, máxima autoridad militar y civil de la región espirituana, El Fénix salió de las rotativas con olor a tinta fresca y el encargo expreso de describir la realidad yayabera del momento.
En pliegos de 12 columnas llegaba este órgano de prensa a las calles espirituanas los lunes y jueves, luego de un titánico esfuerzo, pues,de acuerdo con investigaciones historiográficas, a la sazón la ciudad se encontraba sumida en una profunda precariedad cultural.
El apoyo de la diputación patriótica de la Sociedad Económica de Amigos del País y una exigua subvención del Ayuntamiento local contribuyeron a que la empresa navegara con suerte y se enrolaran plumas tan notables en la época como el Presbítero Gregorio Quintero, que ganó celebridad reseñando las noticias locales.
La aparición de El Fénix, fundado por el matancero Domingo Devesa, provocó un creciente entusiasmo que se infiere de la lectura de sus primeros números y la cantidad de suscriptores, que llegaron a pagar un peso mensual;mas, aquel estado de gracia duró poco: en septiembre de 1840 sufrió su primera bancarrota y desapareció de los círculos culturales espirituanos que lo habían visto surgir hacía apenas seis años.
Azotada por una epidemia de cólera, la cuarta villa de Cuba prestó poca atención a la debacle de su medio de prensa, que ya venía dando signos de deterioro con la falta de redactores capaces y el retiro de la subvención del Ayuntamiento.
Sin embargo, dos años después del cierre, El Fénixhizo honora su nombre y resurgió de sus cenizas en su segunda temporada con nuevos bríos bajo la dirección de Rafael Hernández de Alba, conocido en el ámbito literario por el seudónimo de Varapalo, quien logró involucrar en la redacción de artículos, noticias, poemas y folletines en prosa a un buen número de colaboradores.
En esta etapa desempeñó un importante rol en la promoción y divulgación de la literatura que comenzaba a definir rasgos de la llamada “espirituanidad”, permitió la circulación de ideas y acogió en sus páginas polémicas discusiones entre los intelectuales de la región, que avivaron el interés por la lectura.
Como una nota curiosa clasificaban los bandos de gobernación publicados en primera plana, entre los que sobresale el fechado el 25 de julio de 1848, documento que arrojaba luz sobre tópicos del entramado social.
“En los citados días de Santiago y Santa Ana se permitirán las máscaras y disfraces hasta las oraciones, pero estas no han de imitar a los ministros de la religión católica ni altos funcionarios militares; prohibiéndose a la gente de color toda clase de disfraz y que anden a caballo esos tres días por las calles principales —suscribía el referido bando—. No podrán proferirse palabras deshonestas o picantes o que denigren a persona alguna con canciones, acción o movimiento que indique semejante ilícito sentido o malicioso objeto, aplicándose al contraventor 20 días de cárcel”.
En las páginas de El Fénix brillaron las voces líricas de la villa, entre estas Francisca Hernández de Zamora, la poetisa más importante del siglo XIX en esta parte de la isla, y Anastasio Fernández Morera, poeta, crítico y narrador, figura relevante de la intelectualidad local en la etapa republicana, quien sostuvo durante años la sección Acotaciones.
Evaristo Taboada y Ponce de León, destacado periodista espirituano, dirigió el periódico de 1894 hasta 1909, época en que el diario alcanzó prominencia editorial al convertirse en vehículo del ideario separatista.
En 1896, El Fénix sostuvo una aguda polémica local con El País, órgano de los integristas españoles, que originó la deportación de Taboada a los presidios coloniales de África del Norte.
Aunque en buena medida respondió a los intereses de la oligarquía que lo sufragaba, El Fénix mantuvo su vitalidad durante 127 años y su importancia en el orden cultural, el desarrollo de la sociedad espirituana y la circulación de las ideas resulta incuestionable.
No te pierdas nada. Únete al canal en WhatsApp de Radio Sancti Spíritus.