2024: El año en que Sancti Spíritus volvió a vestirse de rojinegro

El 2024 se despide del tiempo; se va con la certeza de que la historia la construimos, también, desde hoy. Este año Sancti Spíritus volvió a vestirse de rojinegro. Por tercera ocasión, la provincia mereció la sede del acto nacional en recordación del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

Unos 5 000 coterráneos despertamos el 26 de Julio, el día más corajudo del año, en la Plaza de nuestras mayores celebraciones, en nuestra Plaza de la Revolución, en la Plaza desde cuya tribuna nos mira siempre el Mayor de los Generales que esta fecunda tierra trajo al mundo: Serafín Sánchez Valdivia. Por tercera ocasión, Sancti Spíritus dio cobija a una conmemoración nacional por el “26”.

Anclada en la memoria, sigue la primera vez; ello aconteció en 1986. En la Plaza de Los Olivos, Fidel nos habló de tú a tú; elogió nuestra laboriosidad y, también, señaló nuestras insuficiencias de aquel momento.

Pasadas tres décadas, es decir, en 2016, la provincia espirituana acogió por segunda ocasión la sede del acto nacional por la efeméride moncadista. Y en esa oportunidad, le dio la bienvenida a aquel rebelde amanecer, junto a nosotros, el líder de la Revolución, General de Ejército Raúl Castro. Sucedió en la plaza, que lleva el nombre del más notable de los guerreros espirituanos.

En esa misma plaza, que sigue escoltada por palmas reales, los espirituanos festejamos nuestro tercer “26”. Y ese día,  evocación se tornó necesaria; la evocación al joven abogado y a aquella generación que no dejaron morir al Apóstol en el año de su centenario; la evocación al hombre que la historia absolvió desde que amaneció el Primero de Enero de 1959; la evocación a Fidel.

Es el Comandante de verde olivo que llegó ese propio enero a Sancti Spíritus. Iba camino a La Habana al mando de la caravana, la cual, a su paso por cada pueblo, por cada ciudad, confirmaba que la libertad de esta isla y su gente no era ya una utopía.

Es la historia que anima a los espirituanos y espirituanas a seguir por el mismo rumbo. Es la historia que construimos hoy, para todos los tiempos.