Brisas cotidianas vuelven a la Villa
Las calles viven el ir y venir de las personas, a pie o sobre ruedas. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
Después de jornadas tormentosas, entre la situación energética de la nación y la climatológica aparejada al que terminó siendo huracán Rafael, la calma vuelve a sentirse en la urbe espirituana.
Las calles sienten los pasos del transeúnte, el ronronear de equipos automotrices, el palpitar de la gente.
Los amigos se reencuentran, los saludos se multiplican, abrieron los comercios.
Es como si la ciudad despertara nuevamente y se abriera a la vida que visitantes y yayaberos le regalan cada día.
La villa despierta nuevamente. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
Los espacios sienten el palpitar de la gente. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
Estas escenas adornan nuevamente la cotidianidad. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
Así vuelve a mostrarse la ciudad. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
La familia vuelva a desandar las calles de la Villa. Foto: Oscar Alfonso Sosa.
