Nos convocó la conciencia
“Soy biólogo; la sangre no se puede fabricar, entonces tenemos que donarla, bien sea para los compañeros de Matanzas o para cualquier cubano que la necesite”.
Con más de 100 donaciones en su haber y la sapiencia de los años, el profesor Luis Mario Valdés Palmero, de la Universidad de Sancti Spíritus José Martí Pérez, asume el gesto altruista de donar sangre desde los 20 años, esta vez se unió al abrazo solidario de un país.
Él, al igual que otros 550 espirituanos han acudido desde la jornada de este martes al Banco Provincial de Sangre para extender su brazo con miras a ayudar a posibles víctimas, tras el incendio de gran magnitud acaecido en Matanzas, el pasado viernes 5 de agosto alrededor de las 7 de la noche.
Las donaciones se realizan en los centros de extracción habilitados en los ocho municipios espirituanos. Foto: Arelys García Acosta.
SANCTI SPÍRITUS NO PODÍA SER MENOS
“Sancti Spíritus no podía ser menos; la concurrencia ha sido masiva, espontánea”, y ha contado con la participación de diversas fuerzas de los ministerios del Interior y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, trabajadores de la cadena de tiendas Caribe, de Cimex y del Turismo, entre otros colectivos laborales y del pueblo, en general”, subrayó el doctor Fidel Álvarez Concepción, director de ese centro asistencial.
El también el especialista en Medicina General Integral indicó que se realizan donaciones en los ocho municipios, en las instituciones habituales destinadas a la extracción, incluidas las unidades móviles, las cuales son enviadas a determinados centros de trabajo y comunidades.
Álvarez Concepción precisó que, aunque por el momento no ha sido necesario el envío de sangre y plasma a Matanzas, el aporte de los espirituanos será bienvenido para reforzar este servicio en el Hospital Provincial General Camilo Cienfuegos y, además de ello, el plasma que se separa de la sangre es un componente imprescindible en la elaboración de medicamentos.
“En esta ocasión, han sido muchos los jóvenes que por primera vez realizan este gesto humanitario, y se sumaron a personas con más de un centenar de donaciones que se presentaron aquí”, agregó.
Álvarez Concepción aseguró, finalmente, que la provincia cuenta con la reserva necesaria de sangre, y está lista para si llegara a solicitarse por los hermanos matanceros o de otra parte de Cuba, enviarla a otros centros asistenciales del país.
“La sangre no se puede fabricar, entonces tenemos que donarla a quien la necesite”, comentó el profesor universitario Luis Mario Valdés. Foto: Arelys García Acosta.
NOS CONVOCÓ LA CONCIENCIA
La solidaridad hermana, salva. Así lo sintió Sancti Spíritus en estos días en que el fuego devoraba los tanques de combustible en la zona industrial de la ciudad yumurina.
Y mientras más las llamaradas imponían su ley, su fuerza descomunal en el cielo, en tierra espirituana se extendían los brazos para hacer renacer vidas.
“A nosotros nos convocó la conciencia. No me tocó estar en Matanzas, pero estoy aquí; es lo más justo que puedo hacer”, señaló Orlando García, trabajador del Ministerio del Interior.
El destino quiso que Leticia Uría Lorenzo, también donara ese mismo día, no precisamente para el mismo fin, un familiar enfermo de cáncer esperaba su donación; sin embargo, alcanzó a decir emocionada: “Es muy doloroso lo que ha pasado en Matanzas y no puede ser otra la disposición de los espirituanos de ayudarnos como familia cuando más lo necesitamos”.
A Félix Alberto Díaz García, con más de 60 donaciones de sangre, no lo convocó nadie, “He venido de manera espontánea, dice, porque en las buenas y en las malas tenemos que ayudarnos, estar unidos.