27 de marzo: Día Mundial del Teatro
El teatro es, junto a la danza, la manifestación cultural más antigua que existe, y nuestro país no es una excepción.
En largas noches junto al fuego los aborígenes evocaron deidades que propiciaban la caza y la lluvia, con movimientos y máscaras, como en una representación teatral.
Cuando lo españoles, en su conquista llegan a Cuba trajeron consigo su teatro y encuentran los Areítos, una compleja manifestación de nuestra cultura aborigen en la que se mezclaban el canto, la poesía, la coreografía, la música, el maquillaje y la pantomima.
En los Areítos, en síntesis artística, se expresaba la liturgia religiosa, los ritos mágicos de la vegetación, la epopeya e historia tribales y de identidad colectiva.
De la misma forma que aceptamos que los Areítos fueron una representación de la cultura aborigen con indudables raíces teatrales, las ceremonias afrocubanastienen igual significación para el nacimiento de nuestro teatro.
A partir de las danzas del Corpus Christi ya puede hablarse del embrión de un teatro nacional, y según referencias la primera se realizó en Santiago de Cuba en 1520.
Gracias a los cabildos de nación o asociaciones negras los Orishas conquistaban las calles el Día de Reyes. En medio de cantos, bailes y complejas ceremonias los “Diablitos” cubanos deben ser considerados entre los primeros personajes de nuestra identidad teatral.
El “Diablito” y su picaresca, al paso de los siglos se convirtió en “Negrito”, para dejar una marca indeleble en la escena cubana. Se conoce que el primer “Negrito” subió a las tablas el 14 de diciembre de 1812 y que el actor que lo encarnó fue Francisco Covarrubias, considerado, justamente, el padre del teatro cubano.
Por desgracia ninguna obra escrita por Covarrubias llegó a nosotros, pero por la prensa de aquella época se conoce que en su teatro se bailaba y cantaba “a lo cubano” y que convirtió al “Negrito” y los campesinos en personajes protagónicos de nuestra escena.
Más adelante correspondería a José María Heredia dotar a nuestro teatro de nuevas fuerzas y significación.
Heredia fue el primero de nuestros autores que utilizó el teatro como un arma contra la opresión colonial, además fue el primer dramaturgo americano que proyecta una tragedia teniendo por tema la épica indígena contra la conquista española.
Esas son las verdaderas raíces de nuestro teatro: populares, independentistas y ligadas por un fuerte cordón umbilical a nuestra historia patria y al enfrentamiento contra la injerencia extranjera.
El teatro es una comunión de arte, arquitectura, literatura, música, danza y tecnología.
Entretenimiento, ritual religioso, enseñanza moral, persuasión política y formador de opinión: Todo eso es el teatro.
