“Rostros que se escuchan”

“Rostros que se escuchan”

La instauración del Día del Locutor tiene una historia muy poco publicitada.

Desde el día 1ro de diciembre de 1954 queda instituida en Cuba esta celebración. En otros países del continente también se significa, aunque en diferentes fechas.

Durante  décadas surgieron voces para dotar de imágenes al sonido y subrayar nuestros símbolos de identidad, que alcanzan en la locución cubana una de sus expresiones más genuinas.

Un locutor es un comunicador por excelencia. Además de su voz debe poseer cultura general y técnica, pues como expresión del lenguaje castellano, rico en matices e inflexiones se afana en un ser vivo y en constante cambio.

El locutor es un artista que tiene en la voz su medio de expresión. Cómo y para qué utilizarla define el talento y marca las diferencias entre uno y otro creador. Qué decir, en qué momento y en qué tono son los retos cotidianos de un locutor.

Grandes figuras de este arte marcaron una senda de singular importancia para la cultura nacional: Germán Pinelli, Manolo Ortega, Consuelito Vidal, Antonio Pera, y muchos otros, en una lista interminable,  son paradigmas de la locución cubana.

En nuestra ciudad, una de las primeras en la radiodifusión cubana, un número importante se locutores se erigen en ese indispensable nexo entre la señal y los hogares de cientos de miles de espirituanos.

“Rostros que se escuchan” acompañan a los habitantes de esta centenaria villa en sus alegrías y tristezas, ocupando un lugar privilegiado en el escenario de nuestra sociedad.

La radio está hecha de sonidos y de palabras. En cualquier circunstancia este precepto toma cuerpo en la presencia del locutor; encargado de trasmitir mensajes, de proponer y moderar espacios para la participación y el diálogo.

Hoy Primero de Diciembre es el Día del Locutor y la fecha, en los umbrales del último mes del año, se torna propicia para reconocer el trabajo de los profesionales de la palabra.

Inmersos en ser cada día más competentes y en seguir una tradición que prestigia el gremio, los locutores espirituanos asumen con hidalguía sus principales encomiendas: Informar, instruir y recrear.

Muchas felicidades a todos los locutores.

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